El viceministro de Régimen Interior, Daniel Humérez, indicó que se debe restituir la presencia del Estado en el trópico cochabambino, “no puede haber territorio donde no exista presencia del Estado”.
Brújula Digital|16|12|19|
El viceministro de Régimen Interior, Daniel Humérez, informó que para restituir la presencia del Estado en la región del Chapare cochabambino, el Gobierno de la presidenta Jeanine Añez alista el ingreso de la Policía y las Fuerzas Armadas.
“Se están haciendo ya las acciones correspondientes determinando la previsibilidad de ingresar conjuntamente las Fuerzas Armadas al trópico de Cochabamba a efecto de sentar un Estado de derecho en esta zona”, indicó Humérez.
El viceministro, si bien no confirmó la fecha del retorno de la policía al Chapare, aclaró que para el ingreso de las fuerzas del orden no existirá ningún operativo, “no va a ser un operativo, va a ser un ingreso conforme corresponde al orden de legalidad”, sostuvo la autoridad.
Daniel Humérez indicó que en ninguna región del país puede permitirse la falta de presencia de uniformados, “no puede haber territorio donde no exista presencia del Estado”.
En días pasados, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, advirtió que de mantenerse la situación en el Chapare, donde no existe presencia policial, estaba en riesgo la realización de las elecciones presidenciales de 2020.
Ante este anuncio, dirigentes cocaleros y de la federación de mujeres “Bartolina Sisa” aseguraron que los policías no son necesarios en el trópico cochabambino, y remarcaron que si pretenden volver a la región deben “pedir perdón de rodillas”. Asimismo, señalaron que se sienten más seguros con la policía sindical que conformaron los sindicatos cocaleros.
Ante esta afirmación del sector cocalero, el viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilson Santamaría, sostuvo que la Policía “no se arrodilla ante nadie”.
Luego de la renuncia de Evo Morales a la presidencia, tras revelarse el informe de la OEA sobre el fraude electoral, alrededor de ocho decenas de uniformados se replegaron del trópico cochabambino ante la escalada de violentas protestas.