Un medio argentino anticipa que exmandatario, que renunció por fraude electoral, tendrá custodia de la Policía Federal. El Gobierno anunció que decenas de masistas se trasladan a Buenos Aires para reunirse con Morales.
Brújula Digital|13|12|19|
Un medio salteño anunció que el expresidente Evo Morales, que renunció por fraude electoral, tiene previsto instalarse en la población argentina de San Ramón de la Nueva Orán, ubicada a menos de una hora de la frontera con Bermejo, al sur del departamento de Tarija y cuatro horas de la capital tarijeña.
Según fuentes cercanas al líder cocalero, consultadas por medio argentino El Expreso de Salta, un grupo de excónsules bolivianos está a cargo de alquilar una vivienda que reúna las condiciones para convertirse en un verdadero búnker de campaña en Orán.
Morales renunció el 10 de noviembre por fraude electoral, se asiló dos días después en México y de allí salió a Cuba el pasado 6 de diciembre y el jueves, procedente de la isla de los Castro, arribó a Buenos Aires bajo el estatus de refugiado político, cuya condición le prohíbe hacer declaraciones políticas e incluso enviar mensajes políticos por redes sociales, pese a esa prohibición el viernes la violó y rompió el compromiso asumido con el gobierno argentino.
El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, sostuvo el viernes que decenas de dirigentes y legisladores del MAS se trasladaron en las últimas horas al vecino país para reunirse con el exjefe de Estado.
El exdiputado William Cardozo anticipó el jueves que el líder cocalero había decidido instalarse en Salvador Mazza, también en la frontera boliviana, y otras fuentes mencionaron a Villazón, fronteriza de La Quiaca; sin embargo, quienes están a cargo de la instalación dejaron saber que la ciudad elegida es San Ramón de la Nueva Orán.
Según el medio salteño, allí también se instalará el exvicepresidente Álvaro García Linera, los exministros Gabriela Montaño y Diego Pary; el exembajador ante la OEA, José Alberto Gonzales, y otras 12 exautoridades del MAS. Morales tendrá protección de un asilado político, tal como lo determinó el gobierno argentino, se instalará en una casa particular y tendrá custodia de la Policía Federal. En Buenos Aires también se reencontró con sus hijos, Evaliz y Álvaro, que lo esperaban hace semanas.