Embajador de Bolivia ante la ONU: “Llorenti fue parte de un montaje de desprestigio canalla contra nuestro país”

Brújula Digital|11|12|19|

El nuevo embajador de Bolivia ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Rubén Darío Cuéllar, manifestó que su antecesor, Sacha Llorenti, fue parte de una campaña de desprestigio de Bolivia ante la comunidad internacional, la misma que deberá revertir durante sus funciones como nuevo embajador.

“Llorenti fue parte de este montaje de desprestigio canalla de nuestro país. Cuando uno usa la mentira para argumentar una situación, no tiene otro calificativo que canalla”, sostuvo Cuellar en entrevista con Red Uno.

Darío Cuéllar manifestó que, como nuevo embajador de Bolivia ante la ONU, su prioridad será revertir la “campaña de desprestigio” del país ante la comunicad internacional, acción que se llevó adelante desde diferentes frentes durante estos meses.

“Se quiso hacer una campaña de desprestigio, tratando de soslayar el tema de fondo, que es que en Bolivia se pretendió burlar la decisión soberana del pueblo y la ciudadanía salió a reclamar el respeto de su voto, eso fue lo que pasó. Ya esto se fue aclarando y la mayoría de la comunidad internacional reconoce que fue una respuesta de una madurez democrática muy grande del pueblo boliviano”, manifestó el nuevo embajador de Bolivia ante la ONU.

Cuellar indicó que su trabajo se enfocará en dar a conocer a la comunidad internacional lo que ocurrió en Bolivia y las medidas que los bolivianos “están tomando para que esto no vuelva a ocurrir en nuestro país”.

Mediante redes sociales, Sacha Llorenti, el pasado 14 de noviembre, afirmó que no renunciaría al cargo de embajador porque fue designado por Evo Morales, “fui designado Embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas por el Presidente Constitucional Evo Morales, y ratificado por dos tercios del Senado de mi país. Yo no renuncié ni renunciaré”, publicó en su cuenta de Twitter.

La canciller del Estado, Karen Longaric, tomó la decisión de cesar de sus funciones a Sacha Llorenti, al igual que a la embajadora en Cuba, Ariana Campero, además de otras autoridades diplomáticas, según reporte de la Agencia de Noticias Fides (ANF).

El abogado Jorge Quiroz y otros sectores, al conocer la destitución de Llorenti, demandaron que se reactiven los procesos en contra del ex embajador que durante estos años no prosperaron por estar” protegido” por el gobierno de Evo Morales.

Sobre el también ex ministro de Gobierno, recaen denuncias de vulneraciones a los derechos humanos, como el caso Caranavi del 5 de mayo de 2010, donde en una intervención violenta de la Policía boliviana murieron dos personas que participaban en la movilización contra el Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) exigiendo una fábrica de procesamiento de cítricos.

La Fiscalía abrió una investigación contra el ex ministro de Gobierno, pero durante estos nueve años no se registraron avances, a pesar que varios policías fueron imputados.

Otro caso del cual se acusa a Sacha Llorenti, cuando aún ocupaba el cargo de ministro de Gobierno, es el de Chaparina, que data del 25 de septiembre de 2011. Policías intervinieron y reprimieron la Octava Marcha Indígena que se dirigía a La Paz en rechazo a la construcción de una carretera a través del TIPNIS. Los indígenas fueron gasificados, golpeados, maniatados y trasladados en buses desde Chaparina hasta Rurrenabaque. De este caso no se responsabilizó a ninguna autoridad del gobierno del MAS.