Brújula Digital |03|12|19|
Danilo Romano estuvo apenas 12 días como viceministro de Políticas Comunicacionales, en el ministerio de Comunicación, liderada por Roxana Lizárragha. Renunció al cargo el 28 de noviembre porque no viabilizó “Consultorías Internacionales Comunicacionales” y rechazó llevar adelante un “inhumano despido masivo”.
Romano señala, en su carta de renuncia presentada a Lizárraga, que fue coaccionado por el ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano.
La exautoridad hizo pública su carta de renuncia en la cual sostiene que su dimisión fue pedida por el Ministerio de la Presidencia, con la excusa de que sus vínculos consanguíneos con alguna autoridad gubernamental conllevarían problemas de irregularidades. Respecto a sus vínculos familiares, se limitó a explicar que fue criado por su madre y que su relación con su padre sólo es consanguínea. No se conoció con qué otra persona estaría supuestamente vinculado.
La misiva señala que desde el Ministerio
de la Presidencia se dijo que no habría despidos masivos de trabajadores de
base. “Por favor cumplan su palabra”, exige y añade “si solo esperan que se
diga lo que se quiere escuchar, entonces se caerá en los mismos errores que
tanto se criticaron al anterior gobierno”.
Romano es politólogo y tiene estudios en Gobierno Electrónico para la Competitividad y el Desarrollo. Se autodefine miembro de la "Generación Pitita", en referencia a las plataformas ciudadanas que se manifestaron en contra del expresidente Evo Morales semanas antes de su renuncia. El 21 de noviembre asumió el cargo de viceministro de Políticas Comunicacionales, al cual presentó su renuncia el 28 del mismo mes.