Los representantes del MAS, UD y PDC lograron el acuerdo en presencia de cinco obispos de la Iglesia Católica, el embajador de la Unión Europea en Bolivia, el enviado de Naciones Unidas para la crisis boliviana, además dos ministros del gobierno de Añez.
Brújula Digital|23|11|19
Tres grandes consensos alcanzaron oficialistas y opositores la madrugada del sábado después de casi veinte horas de negociación en el edificio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD): elecciones generales sin Evo ni Álvaro, nuevos vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) para seis años y que los partidos puedan presentar nuevas alianzas y candidatos.
Los representantes del MAS, UD y PDC lograron el acuerdo en la Comisión de Constitución del Senado que aprobó por unanimidad el proyecto de Ley de Régimen Excepcional y Transitorio para la Realización de Elecciones Generales.
El presidente de la comisión de Constitución, Óscar Ortiz, informó que el primer consenso es que la ley que se aprobará le pondrá límites a la reelección de autoridades para que se respete estrictamente lo que establece el artículo 168 de la Constitución Política del Estado. De esta forma, el MAS aceptó que no podrá participar el binomio conformado por Evo Morales y Álvaro García Linera.
El segundo consenso fue que la gestión de los vocales electorales que serán elegidos será de seis años. “De esta forma se cumplirá al pie de la letra lo que establece la CPE, y tras una larga discusión al respecto, ambas partes concluimos que se debe respetar ese mandato”.
La norma, sin embargo, no definirá aún el mecanismo de selección. “Una vez que aprobemos la convocatoria, la Asamblea aprobará los primeros días de la siguiente semana el reglamento de la convocatoria, para que corran los plazos con tiempos acortados, para que en los 15 días que nos pide la presidenta Jeanine Áñez, tengamos ya conformado el nuevo tribunal electoral”, dijo Ortiz.
Adelantó que los ciudadanos deberán presentar sus postulaciones en la Asamblea, y que el desafío será hacer el proceso de evaluación en el menor tiempo posible “para elegir a aquellos que gocen de amplio consenso, y tengan credibilidad”.
El nuevo TSE tendrá el apoyo de la Unión Europea y la OEA para acompañar y establecer la fecha más corta posible para llevar adelante las elecciones de acuerdo a los estándares internacionales de la democracia.
El tercer consenso, según Ortiz, fue que al generar un nuevo proceso electoral, los partidos y alianzas podrán partir de cero. “Es decir, presentar nuevos candidatos, tanto a presidente, vicepresidente, como a senadores y diputados. Al mismo tiempo, podrán presentarse todas las organizaciones políticas habilitadas por el TSE, en el nivel nacional para las elecciones generales y éstas tendrán la libertad de conformar nuevas alianzas o ir solas, si lo determinan”.
La ley dejará en manos del nuevo Tribunal Supremo Electoral la determinación acerca de si será necesario o no prorrogar el mandato de la presidenta Jeanine Áñez, de diputados y senadores. Esa determinación deberá salir de la Sala Plena de ese ente cuando defina el calendario electoral para la organización de los comicios.
El Movimiento al Socialismo (MAS), Unidad Demócrata (UD) y el Partido Demócrata Cristiano (PDC) también pactaron que “Las y los ciudadanos que hubieran sido reelectos de forma continua a un cargo electivo durante los dos periodos constitucionales anteriores, no podrán postularse como candidatos al mismo cargo electivo”, según el acuerdo.
De ser necesario organizar una segunda vuelta, esta debería realizarse hasta cuarenta y cinco (45) días de realización de la votación, dice la propuesta.
Reunión de consenso en el PNUD
Las negociaciones no se realizó en el Legislativo sino en el edificio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ubicado en la calle 14 de Calacoto, en la zona Sur de la ciudad de La Paz.
Cinco obispos de la cúpula de la Iglesia católica, el embajador de la Unión Europea en Bolivia, León de la Torre y su equipo; el enviado de Naciones Unidas para la crisis boliviana, Jean Arnault, acompañaron en primera línea las conversaciones.
Además de Ortiz, del Ejecutivo participaron dos ministros, el de la Presidencia, Jerjes Justiniano, y el de Justicia, Álvaro Coímbra. Del MAS, la presidenta del Senado, Eva Copa, varios asambleístas, pero también dos exministros, Carlos Romero y Héctor Arce.