La mayoría de los parlamentarios tomó la palabra para culpar al expresidente Morales, ahora asilado en México, de generar la crisis que propició su caída con el fraude electoral, constatado por la OEA.
Brújula Digital|13|11|19|
La Eurocámara rechazó el miércoles la expresión “golpe de Estado”, utilizada por Evo Morales para renunciar y aún pretender volver al país, desde su asilo político en México, después de renunciar ante el fraude electoral constatado por la Organización de Estados Americanos (OEA).
Izquierda Unitaria Europea, el grupo de Podemos, fue el que la apoyó con más fuerza. Los Socialistas y Demócratas votaron divididos, igual que su componente más numeroso, el PSOE, mientras que Los Verdes, liberales, populares, conservadores y una parte de la extrema derecha declinaron cambiar la denominación: 234 de los europarlamentarios rechazaron incluir la referencia al golpe de Estado frente a 41 a favor y 88 abstenciones, según reporte del diario español El País.
La mayoría tomó la palabra para culpar a Evo Morales de generar la crisis que propició su caída. Así lo hicieron PP, Ciudadanos, Vox y PNV. "No podemos ignorar que el desencadenante de esta situación ha sido el incontestable fraude en las elecciones", señaló la eurodiputada popular Pilar del Castillo.
Su compañero de formación, el exministro de Exteriores español José Manuel García-Margallo, quiso reconocer la labor del expresidente boliviano en sus 14 años al frente del país: "consiguió éxitos indudables: más participación de indígenas y mujeres en la política, una economía más sana que la que había heredado, y una notable reducción de la pobreza", pero le acusó de querer perpetuarse en el cargo. "Lo hizo mejor que su maestro Chávez, pero después sucumbió al afrodisiaco del poder", afirmó.
Los paralelismos con Venezuela también los trazó el eurodiputado de Ciudadanos José Ramón Bauzá: "De la UE depende que Bolivia no se convierta en una nueva Venezuela", aseveró. El miembro de Vox Hermann Tertsch fue más allá y responsabilizó a Morales de impulsar el tráfico de cocaína y el blanqueo de dinero.
El socialista Javi López condenó la violencia que asola el país, con las Fuerzas Armadas tratando de contener las protestas de los simpatizantes del Movimiento Al Socialismo (MAS), recordó las irregularidades electorales detectadas por la OEA, y reclamó la celebración de unos nuevos comicios monitoreados por la comunidad internacional y la UE.
Los Verdes secundaron esa petición reclamando una misión europea que supervise la repetición electoral, mientras que los representantes de Podemos e IU hablaron abiertamente de "golpe de Estado" contra Morales. El eurodiputado Manuel Pineda, miembro de esta última formación, instó al Parlamento a condenar el golpe, y pidió a las embajadas europeas "dar refugio a los perseguidos".
La cuestión boliviana llegará a Estrasburgo en unas dos semanas, cuando se votará una resolución sobre la situación del país. Por ahora, la postura de la Unión Europea, expresada por la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini, es destensar la situación todo lo posible hasta la celebración de unas nuevas elecciones a las que los Veintiocho envíen una misión de observación para garantizar su limpieza.