La postura de Mesa implica un rechazo a la línea expresada por el presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, que el sábado le dio 48 horas a Morales para que renuncie a la presidencia.
Brújula Digital |3|11|19|
El ex candidato presidencial Carlos Mesa exigió este domingo que se realicen nuevas elecciones, con un TSE renovado, y con ello descartó la demanda de que se organice una segunda vuelta entre él y el presidente Evo Morales.
La postura de Mesa, al mismo tiempo, implica un rechazo a la línea expresada por el presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, que el sábado le dio 48 horas a Morales para que renuncie a la presidencia.
Al terminar una asamblea general de Comunidad Ciudadana, la alianza que apoyó a Mesa como candidato, el expresidente leyó una declaración de 10 puntos que señala que “planteamos que la forma democrática y pacífica de lograr la salida de Morales del gobierno, es el voto popular”, ya que coinciden con la mayoría del pueblo “en que el mayor riesgo para la democracia es la permanencia de Evo Morales en el poder” (ver documento adjunto).
En ese sentido, dice la declaración, “Creemos (…) que la mejor solución a esta crisis, en las actuales circunstancias, es una nueva elección, administrada por un nuevo OEP imparcial y con la observación rigurosa de la comunidad internacional. Por consiguiente, exigimos la renuncia de los miembros del TSE y los TDEs y anunciamos que iniciaremos las medidas legales para su procesamiento”.
La declaración no especifica cuándo estas nuevas elecciones deberían realizarse. El tema es importante ya que Morales podría mantenerse en el poder a partir del 22 de enero próximo, cuando empieza la nueva gestión presidencial.
Tampoco establece cómo se podría elegir a un nuevo órgano electoral, considerando que el oficialismo cuanta actualmente con dos tercios de votos. Los legisladores concluyen sus funciones el 21 de enero.
Esta postura, además, prácticamente deja sin respaldo a la auditoría que realiza la OEA a las elecciones, afectadas por serias denuncias de fraude. El día de las elecciones, el sistema TREP fue interrumpido cuando había procesado 83% de los votos, y luego, al reiniciarse casi 24 horas después, la diferencia entre Morales y Mesa había subido de siete a más de 10 puntos, evitando así la segunda vuelta.
El sábado, el líder cívico dio la sorpresa de la semana al exigir, en 48 horas, que se cumplen la tarde del lunes, la renuncia de Morales.
Mesa, en el comunicado al que dio lectura, pidió que las movilizaciones se mantengan activas, pero que sean pacíficas.
“Evo Morales es un candidato ilegal e ilegítimo. Se postuló, aunque la Constitución y un referendo nacional vinculante se lo prohibía. A pesar de ello, en aras de preservar la democracia, decidimos participar en las elecciones en las condiciones más adversas, con leyes a la medida del oficialismo, con un Órgano Electoral sometido al gobierno y en condiciones de inequidad extremas”, dice el comunicado.
Pese a ello, explica, “nos enfrentamos con éxito al MAS en las urnas, pero (el oficialismo) ejecutó un fraude y pretende robarse la elección. Este despropósito de Evo Morales se ha encontrado con nuestra resistencia como sociedad boliviana y la crítica de la comunidad internacional”.
El país vive dos semanas de intensas protestas, movilizaciones, bloqueos y otras formas de presión contra el fraude y exigiendo la renuncia de Morales.