Durante los últimos meses de campaña, el presidente Evo Morales evitó la retórica agresiva y confrontacional, seguramente atendiendo las sugerencias de sus asesores electorales, pero este jueves volvió a mostrar su verdadero estilo.
Tras declararse ganador de las elecciones al haber obtenido, según el cómputo oficial, más de 10 puntos de diferencia, Morales llamó “cobarde y delincuente” a su contendor en la primera vuelta, el expresidente Carlos Mesa.
“Sabíamos que Mesa era un cobarde, pero ahora sabemos también que es un delincuente” expresó en la rueda de prensa, y calificó de “golpistas y vendepatrias” a quienes lo respaldan.
Morales comentó la versión de que Mesa recibió 1,2 millones de dólares para aceptar la candidatura a la vicepresidencia en 2002, supuestamente pagados por la candidatura de Gonzalo Sánchez de Lozada. También tildó a Mesa de “ladrón”.
El Mandatario moderó su lenguaje en los últimos meses e incluso tomó decisiones como adoptar un perrito, para intentar convertir su dura imagen en más humana. Morales es acusado de no haber reconocido a sus hijos cuando estos eran bebés, hasta que jueces lo obligaron a hacerlo. El mandatario no es casado.
Durante la conferencia de prensa también llamó “golpistas” y “privatizadores” a Samuel Doria Medina, Jorge Quiroga y otros líderes que crearon una Coordinadora de Defensa de la Democracia.
“Ya ganamos en la primera vuelta, falta todavía computar 1,58% y nuevamente quiero decir que de acuerdo a la información preliminar que tenemos se trata de voto del área rural”, manifestó.
En esa línea, lamentó que algunos sectores de la oposición desconozcan el voto indígena, incitando al odio, el desprecio y la discriminación, por lo que pidió “una profunda reflexión” sobre lo avanzado en el Estado Plurinacional.