El exmandatario, que envió una carta al diario estadounidense Financial Times, señala que “las exportaciones de cocaína bajo Evo se convirtieron en una industria artesanal”. A mesa le dice que se aprovechó de los conflictos sociales provocados por Morales.
Brújula Digital|15|10|19|
En una carta enviada al diario estadounidense Financial Times, el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada, que no terminó su segundo mandato (2002-2003), sostiene que “la base de poder de (presidente) Evo Morales es la producción de coca ilegal”, pues empezó su primera gestión, de tres, con la expulsión del embajador de EEUU en Bolivia, Philip Goldberg (2008), y con ello la DEA desapareció del país o el control externo de la producción de coca y el narcotráfico.
“Me sorprende que el Financial Times ni siquiera mencione que la base de poder de Evo Morales es la producción de coca ilegal. En el momento en que asumió la presidencia, declaró al embajador estadounidense como persona non grata y puso fin a la presencia de la DEA (Administración para el Control de Drogas es la agencia del Departamento de Justicia de los Estados Unidos) en Bolivia. Las exportaciones de cocaína bajo Evo se convirtieron en una industria artesanal y ayudaron a lograr las estadísticas brillantes utilizadas en el artículo”, señala parte de la misiva del exmandatario que huyó del país, en octubre de 2003, después de provocar la muerte de más de medio centenar de bolivianos.
La carta fue enviada al Financial Times, como respuesta a un artículo en el cual se resalta le desempeño económico del país en el periodo de Morales. El indicado rotativo publicó una versión recortada de la carta, pero Erbol accedió al texto íntegro de la misiva.
En la carta, Sánchez de Lozada recuerda que en su primer periodo (1993-1997) se cambió la Constitución para que se permita una sola reelección presidencial, pero no de manera consecutiva. Sin embargo, reprochó a Morales por haber cambiado la Carta Magna y, después, usar a un tribunal sumiso para permitir su reelección.
“Evo cambió ilegalmente la Constitución y luego perdió un referéndum donde la mayoría de los bolivianos votaron en contra de su reelección. Luego hizo que un Tribunal Constitucional sumiso declare su propia Constitución inconstitucional. Debe ser la primera vez en la historia que un Tribunal Constitucional declara que la Constitución es inconstitucional”, escribió.
Sánchez de Lozada también aseveró que en su gestión de gobierno se implementaron políticas que “prepararon a Bolivia para recibir las abundantes ganancias de las exportaciones de los últimos años y proporcionaron una base para el auge económico, a pesar de la corrupción y el derroche arrogante de fondos públicos durante las administraciones de Morales”.
También resaltó que sus reformas permitieron el descubrimiento y desarrollo de reservas minerales y de gas natural y se construyeron ductos a Brasil y Argentina, que a su vez permitieron medidas sociales como una renta vitalicia para los ancianos, el seguro materno infantil, la Participación Popular y otros.
Crítica a Carlos Mesa
Respecto a Carlos Mesa, Sánchez de Lozada señaló que siendo su vicepresidente se aprovechó de los conflictos sociales provocados por Evo Morales y sus aliados para forzar su renuncia de 2003. “Se convirtió (Mesa) en presidente, pero aquellos que intentan montar al tigre terminan en su estómago: pronto Morales lo obligó a renunciar a la presidencia”, acotó.
“No estoy luchando contra la extradición”, sostuvo Sánchez de Lozada, a tiempo de recordar que la justicia de Estados Unidos desestimó las acusaciones de ejecuciones extrajudiciales. En 2018, en un juicio desarrollado en la justicia federal de EEUU, un jurado declaró culpable a Goni, pero el juez del caso dejó sin efecto esa decisión. Ahora el proceso está en apelación.
Sánchez de Lozada aseveró también que nunca fue acusado de corrupción. “Entré en la política boliviana como empresario minero hecho a sí mismo y la dejé como un político fracasado”, dice la carta.
Carta completa de Goni al Financial Times
Siempre he confiado en el diario Financial Times, pero su artículo sobre Bolivia "Los límites de la Evonomía” publicado el 9 de octubre, ha sacudido mi confianza. Sin embargo, me limitaré a lo que me preocupa como ex presidente democráticamente elegido de Bolivia en dos ocasiones.
Durante mi primer gobierno convencimos al Congreso de modificar en la Constitución el límite presidencial de dos periodos, pero con una reelección no consecutiva. Evo cambió ilegalmente la Constitución y luego perdió un referéndum donde la mayoría de los bolivianos votaron en contra de su reelección. Luego hizo que un Tribunal Constitucional sumiso declare su propia Constitución inconstitucional. Debe ser la primera vez en la historia que un Tribunal Constitucional declara que la Constitución es inconstitucional
Carlos Mesa fue mi vicepresidente durante mi segundo mandato y aprovechó los conflictos sociales provocados por el Sr. Morales y sus aliados para forzar mi renuncia. Se convirtió en presidente, pero aquellos que intentan montar al tigre terminan en su estómago: pronto Morales lo obligó a renunciar a la presidencia. No estoy luchando contra la extradición, los tribunales estadounidenses desestimaron las acusaciones de ejecuciones extrajudiciales y violaciones de los derechos humanos. Nunca me acusaron de corrupción porque entré en la política boliviana como empresario minero hecho a sí mismo y lo dejé como un político fracasado.
Algunas de las políticas aprobadas durante mi gestión de gobierno prepararon a Bolivia para recibir las abundantes ganancias de las exportaciones de los últimos años y proporcionaron una base para el auge económico a pesar de la corrupción y el derroche arrogante de fondos públicos durante las administraciones de Morales. Las reformas implementadas durante mi administración permitieron el descubrimiento y desarrollo de reservas minerales y de gas natural y se construyeron ductos a Brasil y Argentina. Políticas que permitieron que se impulsen medidas sociales que hasta hoy siguen vigentes, como una renta vitalicia para los ancianos, el seguro materno infantil, la participación popular, el establecimiento de Territorios Indígenas y la creación de áreas protegidas, entre otros.
Me sorprende que el Financial
Times ni siquiera mencione que la base de poder de Evo Morales es la producción
de coca ilegal. En el momento en que asumió la presidencia, declaró al
embajador estadounidense como persona non grata y puso fin a la presencia de la
DEA en Bolivia. Las exportaciones de cocaína bajo Evo se convirtieron en una
industria artesanal y ayudaron a lograr las estadísticas brillantes utilizadas
en el artículo.
Gonzalo Sánchez de Lozada
Washington, DC, EE. UU.
Ex presidente de Bolivia, 1993-97 y 2002-03
Fuente : Erbol