Brújula Digital|27|12|18|
La excónsul honoraria de Honduras en el país y exfuncionaria de la Alcaldía de Santa Cruz, Grisel Berlioz Abadie, fue enviada el miércoles a la cárcel de Palmasola, junto a su hija Paola Barrios Berlioz, acusada de presunta estafa por un valor de 700 mil dólares.
Las personas afectadas denunciaron que Berlioz les ofreció viviendas como parte de un proyecto de urbanización, en la zona norte de la capital cruceña, pero a pesar de entregarle dinero, nunca tuvieron las viviendas, de acuerdo con la investigación de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) Santa Cruz, presentada por su director, Gonzalo Medina.
La forma de actuar de Berlioz era, junto a un ciudadano español identificado como José Luis, crear un proyecto de construcción de vivienda de interés social, donde el dinero iría a ser depositado en una cuenta bancaria, lo que permitiría darle una fluidez al proyecto.
Por lo menos 20 cheques sin fondo que fueron girados por Berlioz a sus prestamistas fueron presentados por la Fiscalía como prueba de una estafa agravada con víctimas múltiples, que se estima en más de 700.000 dólares.
Berlioz fungía como directora de Cultura de la Alcaldía Municipal de Santa Cruz (fue destituida el lunes).
Medina explicó que se descubrió que no existe ningún proyecto de viviendas sociales. “No se ha pedido a la Alcaldía (de Santa Cruz) ningún proyecto a nombre de esta señora y en el Gobierno nacional, tampoco existe algún programa de vivienda habitacional”, añadió el jefe policial.
El avance de la investigación indicó que como mínimo el monto estafado alcanzaba los 700 mil bolivianos “Este tipo de casos, por su importancia, amerita el análisis documental que se habría utilizado en este hecho”, añadió. Según el testimonio de algunos afectados, que llegaron hasta la audiencia, las sumas entregadas a la acusada, iban desde los 80 mil bolivianos a los 290 mil bolivianos.
De acuerdo con las investigaciones que realizan la Fiscalía y la FELCC, se conoció que Berlioz es propietaria de una escuela de ballet, frente al consulado de Honduras en la zona de Equipetrol, y que estafó a varias personas prestándose dinero con el argumento de la compra de vestuarios, a las cuales al principio pagaba interés, luego devolvía parte del capital y después ya no pagaba, hasta el punto de cancelar con cheques sin fondo.
