¡Qué bronca da ver a nuestros agricultores clamando por biotecnología para producir más y mejores alimentos, y la indolente negativa de quienes ignoran los beneficios de la ciencia y la tecnología!
“La economía nacional se puede manejar en contacto directo con los productores, con los exportadores, con los pequeños, medianos. Estos temas hay que debatirlos, porque si queremos un crecimiento económico o que el PIB agropecuario crezca (…) acá no solamente es modificar algunas normas, sino, cómo el tema agropecuario puede estar aportando al crecimiento económico -así como el gas o mejor que el gas- ésa debe ser nuestra meta del debate (…) ¿Cómo ampliar el mercado interno, para mayor seguridad de nuestros productos? ¿Cómo ampliar el mercado externo?
En el tema de transgénicos, creo que un año o dos años atrás yo convoqué a los “interculturales” del Departamento de Santa Cruz; mis hermanos estaban divididos, unos no quieren transgénicos, otros quieren transgénicos (…) que sepan los hermanos empresarios privados, que el Pacto de Unidad me decía, “cero de transgénicos”, yo dije: Ningún problema, pero siempre y cuando ustedes me garanticen productos orgánicos y ecológicos para todo el pueblo boliviano; si no me garantizan y vamos a prohibir productos transgénicos, vamos a tener que importar transgénicos para garantizar alimento al pueblo. ¡Seamos realistas! Si queremos productos ecológicos para el pueblo, cuesta caro…
Quiero decir a los pequeños productores, que me dicen “cero de transgénicos” y ¿después? ¿Si no vamos garantizar al pueblo con productos orgánicos? ¿Qué vamos importar? ¿Orgánicos o transgénicos? (…) En nuestra experiencia, si al pueblo no le falta alimento el pueblo está tranquilo”.
Hasta aquí, fragmentos del discurso del ex Presidente Evo Morales, en la “Cumbre Agropecuaria Sembrando Bolivia” (21.04.2015). ¿Profecía autocumplida?
Siete años después, cuando el cambio climático y el conflicto bélico Rusia-Ucrania, amenazan al mundo con una crisis alimentaria, Bolivia sufre la subida del precio del maíz amarillo duro utilizado para la alimentación animal, escuchándose nuevamente el clamor de los productores para que de una vez se levante la prohibición del uso de la biotecnología en el agro.
A continuación, comparto extractos de la entrevista realizada por la periodista Nardy Rodríguez, al Presidente de la Cámara Agropecuaria de Pequeños Productores del Oriente, Isidoro Barrientos (Programa “Hola País”, Red PAT, 16.05.2022).
“En el Departamento de Santa Cruz, yo creo que está 65% o un 60% el cultivo de maíz transgénico, y ese maíz está yendo al mercado común, al mercado local y a nivel nacional, y todos estamos consumiendo, no directamente, pero ese maíz se convierte en carne, en huevo, en leche y en queso (…) La soya resistente a glifosato está autorizada (…) pero, hoy por hoy, existe otra biotecnología tolerante a la sequía, tolerante al insecto, enfermedades y tolerante a los encharcamientos. Las semillas transgénicas son soya y maíz, ya existen en Bolivia hace varios años”.
Entonces, la periodista pregunta a su entrevistado, cómo es que continúa la prohibición en Bolivia, siendo que es difícil que las autoridades no se enteren, ya que tienen toda la información, a lo que Barrientos responde haciendo un mea culpa:
“Quizá le dé la razón al gobierno y autoridades nacionales, hay una Constitución que está plasmada (…) cuando hubo un Referéndum para aprobar la Constitución, quizás nosotros mismos fuimos culpables, porque hemos apoyado esa Constitución sin haber conocido qué iba a venir posteriormente. Entonces, hay una Constitución que está plasmada para nuestro país, el Artículo 409 textualmente y clarito dice que toda semilla genéticamente modificada será regulada por ley (…) Yo creo que ahora las normas y las leyes deben hacerse para el sector agricultor, a la necesidad del productor, a la necesidad de lo que va siendo el cambio climático. No vamos a solucionar con las leyes plasmadas en las hojas; los que vamos a solucionar, es produciendo y mejorando la situación, compitiendo, siendo tolerantes a las plagas, como otros países que están más desarrollados como Argentina, Brasil y Paraguay”.
Ante la pregunta, sobre los que se oponen y no entienden, enfatizó:
“No son productores; nosotros como pequeños productores y medianos, sufrimos en carne propia en el chaco, sufrimos en el día a día, cómo enfrentamos los cambios climáticos con la sequía, con la inundación y con las heladas y enfermedades. Ser productor no es fácil, pero es fácil desde un escritorio, hablar, mostrar los datos y decir, esto no se puede y esto sí. ¡No! Otra cosa es, estar en el chaco, producir. ¿Por qué digo esto?
A nivel mundo la soya es consumida, esa soya se convierte en carne, en leche, en queso, en huevo, en plato de comida, todos los días. ¿Quién se enfermó? ¿Quién se ha muerto al consumir eso? (…) Está clarito: si el mundo consume, yo creo que ahí está la respuesta”.
Qué tristeza que quienes no entienden esto sean los que deciden ¿verdad?
Gary Rodríguez es Economista y Magíster en Comercio Internacional