Reflexiones dedicadas al Viceministro Torrico y al Defensor del Pueblo, Pedro Callizaya. El primero sostiene que los bloqueos son parte de la cultura boliviana y el segundo que el bloqueo político es un derecho de la protesta y que es pacífico.
Palabras menos palabras más, ambas autoridades están muy equivocadas y les hago recuerdo de algunos principios fundamentales de los derechos humanos, que, en el Estado Plurinacional, nos demanda para todos, si para todos los bolivianos igualdad, equidad, no discriminación, dignidad, respeto. Los derechos humanos no son para unos cuantos, ni son cuotas de poder, ni potestad para hacer lo que uno quiera. No son carta blanca para usarlos políticamente y avasallar al otro.
El derecho a la protesta, que debería ser la medida igualitaria para todos los sectores, pero no es así. Porque cuando protestan determinados sectores tienen al frente a policías que gasifican; pero cuando los mineros con dinamita en mano marchan, se los escolta. Este derecho a la protesta implica participar en marchas, mitines, huelgas de hambre, paros, reuniones, acciones que siempre se las concreta de forma colectiva, porque son los grupos sociales u organizaciones sociales, cívicas, vecinales, empresariales, profesionales que para hacerse escuchar acuden a una medida de esta naturaleza.
Pero los bloqueos, señor Torrico y Callizaya, nunca pueden ser parte de nuestra cultura, mas allá que se ha convertido en una medida eficaz, porque al final, los que bloquean consiguen sus objetivos. Tampoco los bloqueos son pacíficos, de ninguna manera. Todo bloqueo que se realice, sean de campesinos, cívicos, vecinos, indígenas, interculturales o el que ahora estamos siendo víctimas los bolivianos son ilegales, violentos y vulneran los derechos humanos de cientos de miles de personas.
Es paradójico cuando bloquearon los cívicos de Santa Cruz por la demanda del Censo 2024, todo un ejército de policías, fiscales y grupos de choque arremetieron con todo e incluso el Defensor del Pueblo hizo un informe a los meses posteriores, para señalar que en ese bloqueo hubo vulneración de derechos humanos. Claro que los hubo. Es de esperar que se anime a hacer su informe de este bloqueo disfrazado de defensa de la CPE, pero que persigue otros objetivos.
¿Cuáles son esos derechos humanos violentados y violados en los bloqueos?. No solo el que establece de forma directa el Art. 21 de la Constitución Política del Estado, en su parágrafo 7: A la libertad de residencia, permanencia y circulación en todo el territorio boliviano, que incluye la salida e ingreso del país. Claro este es de forma directa, porque no podemos transportarnos o viajar a algún lugar dentro de nuestro país, porque ahí están con palos y piedras los dueños de las carreteras.
Los bloqueos violan derechos humanos a la salud, a una pronta atención médica, a la alimentación, a la paz social, a la vida, de ahí que nunca se puede considerar la acción bloqueadora como pacífica y que es un derecho de los que protestan o exigen algo, mucho más el actual bloqueo que es claramente de índole política, solo para favorecer a un individuo, que movilizado a sus bases sociales para semiparalizar el país y generar enormes pérdidas económicas, violencia en las carreteras, destrucción de bienes del Estado, muertes, etc.
Que sus preferencias políticas señor Torrico y Callizaya no los bloquee en medio de este bloqueo irresponsable y violento, sino que ustedes como autoridades deben asumir claramente algunos principios fundamentales en el marco de los derechos humanos, además de actuar en función de los derechos de todo un país y sus habitantes:
Los derechos Humanos no son privilegios ni pegas, no es para unos cuantos, sino para todos.
Los derechos humanos no son un regalo de nadie. De ningún gobierno, es una conquista del pueblo y sus diversos sectores sociales.
Los derechos humanos son realidades concretas, son condiciones favorables y son hechos que impulsan condiciones de vida más adecuadas, más justas, más humanas.
Los derechos humanos sirven para cada día de nuestras vidas y que esas vidas no suframos discriminación, violencia, exclusiones, postergaciones, abusos, miedos, golpes, carencias, burlas, violencia, hambre, torturas, juicios amañados, sentencias injustas.
Nos hacen más humanos, más personas, más decentes los derechos humanos, eso lo deben entender claramente los gobernantes de los tres niveles de gobierno, pero en la medida, que es un paraguas que nos protege a todos y todas los bolivianos, no a determinados sectores privilegiados.
La lucha por los derechos humanos es fundamentalmente social y política, porque se trata de acabar con todo lo que denigre, destruye y mata al ser humano, y en ese marco, los bloqueos vengan de donde vengan solo destruyen, no solo las cosas físicas, sino la convivencia social, las relaciones entre los grupos sociales.
Desde la mirada del Viceministro y del Defensor del Pueblo, también de Lanchipa, este bloqueo de hace ocho días es parte de la cultura de la protesta social y que los bloqueadores sigan haciendo de las suyas, mientras miles de personas no pueden viajar, otros pierden sus productos, otros lloran, otros se enferman, otros quieren ir a desbloquear, otros mueren…
Hernán Cabrera es periodista