A raíz de la aprehensión del gobernador de Potosí, Johnny Mamani, apodado “Poncho Blanco”, el expresidente Morales se expresó con dureza contra el Órgano Judicial: “La injusticia boliviana es racista y discriminadora como sus operadores políticos. Al golpista que atentó contra la democracia le permiten gobernar Santa Cruz desde Chonchocoro. Al indígena gobernador de Potosí lo presionan para que deje el cargo y lo reemplazan antes de sentenciarlo”, escribió en su cuenta de Twitter, para agregar que no se busca impunidad para ningún servidor público, sino que se lo sancione luego de un debido proceso.
Conviene recordar algunas cosas que permitirán entender este caso, y luego también recordar otras a Morales que, como siempre, olvida cuando le conviene.
Primero, recordemos que, en el Congreso del MAS potosino, realizado en Betanzos el 20 de diciembre de 2020, Morales impuso como candidato a la gobernación a Johnny Mamani, motivando el enojo de los campesinos e indígenas del norte de Potosí, que preferían otro candidato. El enojo llevó, ya entonces, a enfrentamientos violentos entre masistas y Evo Morales tuvo que esconderse varias horas en dependencias de la Alcaldía de Betanzos, para luego huir (aquella vez disfrazado) hacia la ciudad de Potosí.
Segundo, una vez llegado a la gobernación, el candidato de Morales fue acusado de un serio negociado en la adquisición de 41 ambulancias, que nunca fueron entregadas, aunque funcionarios de la gobernación firmaron el acta de recepción de estas. El estado público que tomo este negociado movió a Mamani a expresar, también públicamente, que le importaba un carajo lo que digan los medios de comunicación sobre el negociado.
Tercero, hace pocos días, la fiscalía de Potosí sobreseyó a Mamani en el caso de las ambulancias, porque supuestamente no existieron suficientes elementos de prueba para fundamentar una acusación en su contra.
Cuarto, Mamani no había estado sólo en cosas como el negociado con las ambulancias sino en ligas mayores como la legitimación de ganancias ilícitas, en connivencia con un ciudadano paquistaní dedicado al tráfico de vehículos. La antedicha legitimación no es reciente, sino que tiene larga data.
Ahora bien, en su intento de defender a su protegido, Morales compara la situación de Luis Fernando Camacho (gobernador de Santa Cruz) con la de Mamani y usa esa comparación como base para decir que lo que hay en Bolivia en una “injusticia racista”, porque supuestamente se ensaña con un indígena, en tanto no ocurre lo mismo con un “golpista” como llama a Camacho (desde luego, no queda clara la relación entre lo uno y lo otro, pero así escribió Morales, o sus escribidores).
Pues bien, Morales tiene que recordar ahora que desde su llegada al gobierno, buscó defenestrar a los órganos del Estado que no controlaba, para instalar un régimen totalitario. Así ocurrió con el Órgano Electoral y con el Judicial. Para este segundo Órgano se incluyó en la Constitución de 2009 la elección popular, un sinsentido que fue criticado por muchos, incluido el abogado argentino de Morales, recientemente nombrado para un cargo en el Vaticano por su amigo el papa Francisco.
La elección popular, como se sabe, está precedida de una preselección que se realiza en la Asamblea Legislativa Plurinacional que, en las dos ocasiones en que se llevó a cabo, contaba con dos tercios de asambleístas del MAS, lo que facilitaba el ascenso de masistas sumisos a los altos cargos del Órgano Judicial. Ni siquiera la participación celestina de algunas universidades del Sistema de la Universidad Boliviana sirvió para maquillar la manipulación masista orientada que sus adláteres sean los máximos jueces de este país.
Por tanto, señor Morales, todos los altos cargos del Órgano Judicial están ocupados por personas que, por una u otra razón, se encuentran sometidos al MAS y siguen los dictados de la cúpula masista. Si en esta ocasión hay pugnas internas en su partido y a ellas obedece que ahora se esté dando a conocer la verdadera catadura del “Poncho Blanco”, es un tema que nada tiene que ver con racismo y discriminación.
Téngalo presente que lo que hay en el Órgano Judicial, gracias a usted, es una vergüenza que apesta a kilómetros y que el MAS, en cualquiera de sus vertientes, se niega a extirpar porque es el brazo con el que persigue a opositores, les inventa procesos y los condena pese a que son inocentes.
Lo que hay en Bolivia, como dijo Andrés Gómez Vela, es una injusticia masista.