El mundo hoy

Una llamada de atención. Una profunda llamada de atención sobre el mundo es la que realiza Víctor Corcoba Herrero en su columna titulada “Lo más cómodo es fragmentar y demoler” (Correo del Sur, 16/7/2023). No le falta razón. Transcribo una de sus reflexiones centrales: “En esta época de fuertes turbulencias mundiales, hemos de estar en alerta continua para destronar de nuestra mirada este ciclo aparentemente interminable de violencia, impunidad y venganza”. ¿Tiene razón? La guerra entre Rusia y Ucrania sigue haciendo patente que el gran curso de la historia de la humanidad resulta siendo la guerra y la violencia, cambian los países -antes unos, luego otros-, pero la guerra sigue ahí. Inconmovible y perenne.

Pero vale hacer algunas precisiones, para evitar pensar que todos los siglos, en el curso de la historia, son igualmente oscuros. Y que la única manera de sostener la mirada al itinerario de los acontecimientos es bajo el paraguas amplio del pesimismo. Para ello, nada mejor que trazar paralelos históricos. Existe uno y relevante, entre las primeras décadas del siglo XX y las primeras de este siglo XXI.

Entonces como en la actualidad, se cernió un hondo escepticismo sobre el futuro de la democracia. Todo parecía indicar que, rivales tan colosales como el fascismo y el comunismo, habrían de sepultar a la democracia liberal. En el frente democrático ninguno de sus líderes se atrevió, ni siquiera en broma ni en poesía alguna, a hablar de los mil años de la democracia, como lo hizo Adolf Hitler sobre los “mil años del Reich”. Estados Unidos vivió la Gran Depresión que inició en 1929 y que también replicó con igual intensidad en 2008.

Durante ambas crisis, los viejos y los nuevos marxistas recordaron la voz profética de Marx anunciando el colapso del capitalismo. También en el siglo pasado se produjo la gripe española, un mortal virus que acabó con la vida de entre 20 y 40 millones de personas; en 2019 se originó la pandemia del Covid-19, que ocasionó la muerte entre seis y siete millones de personas, pero se detuvo la macabra contabilidad de los muertos, gracias al invento de una diversidad de vacunas. En el siglo XXI como en el siglo XX, los nacionalismos siguen vivos y robustos; entonces los imperios desencadenaron la Segunda Guerra Mundial, hoy algunos países, acicateados por la nostalgia de actualizar sus viejos imperios, pugnan por la hegemonía geopolítica: Rusia, China, Turquía, Irán y, por supuesto, Europa, Inglaterra y Estados Unidos.

Esa coalición de factores en el siglo XX llevó al mundo hacia la Segunda Guerra Mundial. Ahora, ¿se encamina el planeta hacia una Tercera Guerra Mundial? Difícil pensarlo, pues hoy no tenemos corriendo con el hacha entre los colmillos y en la misma dirección guerrera a esos jinetes del Apocalipsis como fueron Hitler, Mussolini, Hideki Tōjō y Stalin. Lo que hoy sí tenemos en puertas, y para lo que no estamos del todo preparados, es para encarar la Primera Guerra Climática Global.

César Rojas es comunicador y sociólogo.