Brújula Digital|23|04|24|
Raúl Peñaranda U.
El afamado intelectual israelí Yuval Harari dijo que Israel está interesado de tal manera en vengarse del grupo Hamás, que causará una calamidad histórica para su país y que se están socavando las bases morales y geopolíticas de su existencia. El autor considera que Israel podría convertirse en un Estado paria que se asemeje a una “Corea del Norte del Medio Oriente”.
"El Gobierno de Benjamín Netanyahu (…) se centró en la venganza. Ha fracasado en asegurar la liberación de todos los rehenes y no ha desarmado a Hamás. Peor aún, infligió intencionalmente un desastre humanitario en los 2,3 millones de palestinos en la Franja de Gaza y con ello socavó las bases morales y geopolíticas de la existencia de Israel”, dice la columna de Harari, publicada en el diario Haaretz.
Harari es uno de los intelectuales e historiadores más influyentes a nivel internacional. Profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, es autor de exitosos libros como Sapiens: De animales a dioses, Homo Deus: Breve historia del mañana y 21 lecciones para el siglo XXI.
La columna, especialmente crítica de las
acciones de Netanyahu, agrega que “la catástrofe humanitaria en Gaza y el
empeoramiento de la situación en Cisjordania están avivando el caos regional,
debilitando nuestras alianzas con las democracias occidentales y dificultando
la cooperación con países como Egipto, Jordania y Arabia Saudita”.
También señala que la mayoría de los israelíes ahora ha centrado su atención en Teherán, “pero incluso antes del ataque iraní (con drones de la semana pasada), preferíamos hacer la vista gorda a lo que estaba sucediendo en Gaza y en Cisjordania”.
Y sentencia: “Si no cambiamos nuestro comportamiento hacia los palestinos, nuestra arrogancia y sed de venganza nos causarán una calamidad histórica”.
Harari añade que después de seis meses de guerra, “muchos de los rehenes siguen en cautiverio y Hamas continúa en pie, pero la Franja de Gaza está devastada, muchos miles de sus habitantes han sido asesinados y la mayoría de su población son ahora refugiados hambrientos. Junto con Gaza, el prestigio internacional de Israel también está en ruinas, y ahora somos odiados y marginados incluso por muchos de nuestros antiguos amigos”.
Y luego se pregunta si estallara una guerra total con Irán y sus aliados, “¿hasta qué punto puede contar Israel con Estados Unidos, las democracias occidentales y los estados árabes moderados para arriesgarse por nosotros y proporcionarnos asistencia militar y diplomática vital? Incluso si se evita tal guerra, ¿cuánto tiempo puede sobrevivir Israel como un Estado paria?”.
Señala que sin lazos comerciales, científicos y culturales con el resto del mundo, y sin armas y dinero estadounidenses, “el escenario más optimista para Israel es convertirse en la Corea del Norte del Medio Oriente”.
También asegura que el gobierno de Netanyahu “no aprovechó sus victorias en el campo de batalla para llegar a un acuerdo sobre la liberación de todos los rehenes y avanzar en un orden político alternativo en Gaza. En cambio, decidió infligir intencionalmente a Gaza un desastre humanitario innecesario, y al hacerlo, infligió a Israel un desastre político innecesario”.
Netanyahu es un político de extrema derecha que antes del ataque del 7 de octubre del grupo Hamás contra Israel, que mató a unas 1.200 personas y secuestró a otras 200, estaba afectado por multitudinarias protestas de manifestantes israelíes, que criticaban su deseo de reducir la independencia del Poder Judicial.
Tras el inicio de la invasión a Gaza, Netanyahu aumentó su popularidad, pero esta ha vuelto a caer a mínimos históricos.
Según Hamás, que es un grupo que gobierna en la Franja de Gaza, han muertos unas 34.000 personas, dos tercios de ellos niños y mujeres. El Ejército y la Aviación israelí han destruido barrios enteros de Gaza, un territorio palestino que está rodeado por el mar o por Israel.
Aunque existen dudas sobre la cifra de muertes, ya que es proveída por funcionarios de Hamás, la revista Time, en base a estudios de científicos de la Universidad Johns Hopkins, señaló que esas cantidades son más o menos exactas.
Incluso el New York Times asegura que los muertos podrían ser aún más que los reportadas, debido a que la magnitud de la destrucción de edificios en Gaza no permite una adecuada estimación. Según el diario norteamericano, ha muerto una persona por cada 73 palestinos, como si en EEUU murieran 4,5 millones de habitantes.
BD/RPU