Los alemanes acuden a las urnas en una elección marcada por la crisis económica y preocupaciones sobre la seguridad tras recientes ataques.
Brújula Digital|Agencias|23|02|25
Los alemanes acuden a las urnas en una elección marcada por la crisis económica y preocupaciones sobre la seguridad tras recientes ataques.
Friedrich Merz, líder conservador de la CDU, es el favorito para convertirse en el próximo canciller, en un proceso seguido de cerca a nivel internacional.
Merz promete resolver los principales problemas del país en cuatro años, una meta ambiciosa dada la situación económica y el estado de la infraestructura alemana.
Para gobernar, necesitaría una coalición, probablemente con los socialdemócratas de Olaf Scholz, cuyo gobierno colapsó el año pasado.
Aunque la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) se perfila como la segunda fuerza política, Merz ha descartado cualquier acuerdo con ellos.
Con 59,2 millones de votantes habilitados, muchas personas aún estaban indecisas antes del cierre de las urnas. Se espera que los primeros resultados claros se conozcan en la noche, afirma la BBC.
Un punto de inflexión para Alemania
Alemania enfrenta grandes decisiones, tanto internas como en su papel en Europa. Merz apuesta por un liderazgo fuerte en la UE, pero también hay presiones para aumentar el gasto militar. Como uno de los principales proveedores de ayuda a Ucrania, el nuevo gobierno deberá manejar una relación compleja con EE.UU., donde el vicepresidente JD Vance ha mostrado acercamiento con la AfD, rompiendo un tabú político en Alemania.
Crecimiento de la AfD y debate migratorio
La AfD ha ganado apoyo en el oeste de Alemania, especialmente entre los jóvenes. Su discurso se ha centrado en la migración y la seguridad tras varios ataques recientes. Propone la "remigración", que incluye la deportación de inmigrantes con antecedentes delictivos.
En este contexto, algunos partidos, como el FDP y el BSW, podrían no alcanzar el 5 % necesario para entrar al Bundestag, lo que facilitaría la formación de una coalición estable. La Izquierda ha visto un resurgimiento y podría posicionarse como la quinta fuerza política después de Los Verdes.
BD/MS