El servicio de inteligencia ucraniano, SBU, confirmó el asesinato en Moscú del teniente general ruso Igor Kirílov.
Brújula Digital|Agencias|17|12|24
El servicio de inteligencia ucraniano, SBU, confirmó el asesinato en Moscú del teniente general ruso Igor Kirílov, jefe de las Tropas de Protección Nuclear, Biológica y Química, señalado por Ucrania como responsable del uso de armas químicas contra sus soldados.
Kirílov, de 54 años, murió junto con su asistente tras la explosión de una bomba oculta en un scooter eléctrico frente a un edificio residencial. Este ataque, el más destacado de este tipo, subraya el impacto de las operaciones encubiertas de Ucrania en territorio ruso.
El Comité de Investigación de Rusia informó que el ataque ocurrió en Ryazansky Prospekt y señaló que Kirílov es el oficial de mayor rango asesinado en Rusia desde el inicio de la guerra.
Una fuente del SBU declaró que la operación buscaba "liquidar al jefe de las tropas de protección química y radiológica de Rusia".
Este asesinato ha generado preocupación en Moscú, con llamadas para reforzar la seguridad de sus altos mandos militares y promesas de represalias inmediatas, afirma Reuters.
Dmitry Medvedev, expresidente y actual alto funcionario de seguridad en Rusia, advirtió que Ucrania enfrentará consecuencias por esta acción.
Moscú acusa a Kyiv de llevar a cabo una serie de asesinatos dirigidos para debilitar la moral y castigar a quienes considera culpables de crímenes de guerra. Por su parte, Ucrania ha defendido estos ataques como herramientas legítimas en su lucha por la supervivencia.
El ataque ocurre después de que Kirílov fuera acusado en ausencia por Ucrania de usar armas químicas prohibidas y figurara en la base de datos Myrotvorets, donde su foto fue marcada con la palabra "Liquidado", según Reuters.
El general había sido sancionado previamente por el Reino Unido por su supuesta implicación en el uso de agentes químicos tóxicos, como cloropicrina, contra soldados ucranianos.
Este asesinato se suma a una serie de acciones similares atribuidas a Ucrania, como la muerte de Darya Dugina y del bloguero Vladlen Tatarsky. La escalada de ataques selectivos refleja el creciente impacto de las operaciones ucranianas en suelo ruso y las tensiones continuas entre ambos países.
BD/MS