El líder interino de Siria promete reconstrucción, pero enfrenta una crisis económica

Brújula Digital|Agencias|11|12|24

El primer ministro interino de Siria, Mohammed al-Bashir, destacó la importancia de repatriar a millones de refugiados, proteger a la ciudadanía y garantizar servicios esenciales. 

Sin embargo, reconoció que la falta de recursos económicos dificultará la reconstrucción del país. Según declaró al diario italiano Il Corriere della Sera, el país carece de divisas, y un dólar estadounidense equivale a 35,000 libras sirias, reflejando la grave depreciación de la moneda. 

Bashir describió una situación financiera crítica que complica la obtención de préstamos o bonos para financiar la recuperación, según Reuters.

El nuevo gobierno enfrenta el enorme reto de reconstruir un país devastado por una guerra civil que dejó cientos de miles de muertos, ciudades destruidas, una economía colapsada por sanciones internacionales y millones de desplazados viviendo en campamentos. 

Estados Unidos mantiene contacto con las nuevas autoridades, lideradas por Hayat Tahrir al-Sham (HTS), ex afiliado de al Qaeda, pero insiste en que respeten los derechos de las minorías, faciliten ayuda humanitaria y eviten que Siria sea usada como base para el terrorismo. 

Aunque HTS ha intentado desvincularse de sus raíces yihadistas, sigue siendo considerado un grupo terrorista por organismos internacionales, afirma Reuters.

El nuevo gobierno, que busca integrarse al sistema financiero global, también se enfrenta al escepticismo internacional. 

Algunos legisladores en Estados Unidos han solicitado aliviar las sanciones para apoyar la reconstrucción.

Desafíos sociales y políticos

El papa instó a la reconciliación entre los diversos grupos religiosos del país, mientras que Rusia advirtió sobre el posible resurgimiento del Estado Islámico. En tanto, Israel intensificó ataques a las reservas de armamento sirio para evitar que caigan en manos hostiles.

Ala Jabeer, un refugiado que regresa a Siria tras perder a su familia en un terremoto, expresó esperanza en que la situación mejore bajo el nuevo gobierno. Sin embargo, las dudas persisten, y Estados Unidos sigue evaluando su postura ante un liderazgo que promete cambio, pero enfrenta grandes desafíos económicos y sociales.

BD/MS

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