Un alto al fuego entre Israel y el grupo armado Hizbulá se mantiene estable desde su implementación.
EFE
Brújula Digital|Agencias|27|11|24
Un alto al fuego entre Israel y el grupo armado Hizbulá, mediado por Estados Unidos y Francia, se mantiene estable desde su implementación, marcando un inusual éxito diplomático en el convulso Medio Oriente.
Este acuerdo busca poner fin a los enfrentamientos en la frontera entre Israel y Líbano, una escalada que se intensificó en el contexto del conflicto en Gaza iniciado en octubre de 2023, según Reuters.
El ejército libanés, encargado de supervisar la tregua, ha comenzado a movilizarse hacia el sur del país para garantizar que Hizbulá no restablezca su presencia militar en la región.
Sin embargo, pidió a los residentes de las zonas fronterizas que pospongan su retorno hasta que las tropas israelíes, que avanzaron hasta seis kilómetros en territorio libanés, completen su retirada. A pesar de algunos incidentes menores, como disparos de Israel hacia presuntos militantes de Hizbulá, la tregua sigue sin verse comprometida.
Los efectos de la tregua ya se hacen evidentes en el sur del Líbano, donde familias desplazadas comienzan a regresar, aunque muchas de las aldeas han quedado en ruinas tras los bombardeos, afirma Reuters.
En la ciudad portuaria de Tiro, vehículos cargados de pertenencias se dirigen hacia las aldeas devastadas, mientras que algunas personas expresan cautela y esperan confirmación de seguridad antes de regresar a sus hogares.
El acuerdo ha sido bien recibido a nivel internacional. Francia ha señalado la importancia de reemplazar la violencia con el diálogo, mientras que Egipto y Catar, que han buscado sin éxito una tregua en Gaza, celebraron esta iniciativa. Irán, aliado de Hizbulá y Hamás, también expresó su apoyo.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, destacó que el cese al fuego permitirá a Israel concentrarse en la amenaza de Irán y en el conflicto con Hamás en Gaza.
Además, afirmó que Hizbulá ha sido debilitado significativamente tras la muerte de su líder Hassan Nasrallah y la destrucción de su infraestructura militar.
Este alto al fuego ofrece un respiro temporal a una región golpeada por la violencia, aunque persisten desafíos para lograr una paz duradera en el Medio Oriente.
BD/MS