El Gobierno israelí se mostró eufórico tras la victoria electoral de Donald Trump el pasado 5 de noviembre.
Washington/Jerusalén|EFE|20|11|24|
Pese a dos guerras abiertas y cerca de 44.000 gazatíes muertos, el Gobierno israelí se mostró eufórico tras la victoria electoral de Donald Trump el pasado 5 de noviembre. Días después, su alegría se transformó en hechos con el nombramiento de un secretario de Defensa, de Estado y un embajador estadounidense en Israel para quienes los territorios palestinos no parecen existir.
Con un discurso aislacionista en política exterior y sin explicar cómo piensa hacerlo, Trump prometió en su campaña poner fin a las guerras y lograr "la paz" en Oriente Medio. Sin embargo, dado su primer mandato y los nombramientos anunciados (que deben ser ratificados por el Senado) son muchos quienes temen que por "paz" se refiera a apoyo incondicional a las políticas coloniales de Israel.
El nombramiento más polémico ha sido el futuro embajador estadounidense en Israel, Mike Huckabee, un cristiano evangélico que en enero de 2017 ya participó en la puesta de la primera piedra de un nuevo barrio en la colonia judía de Maale Adumim, en el ocupado Jerusalén Este.
Huckabee, exgobernador de Arkansas, ha encabezado peregrinaciones religiosas a Israel, niega la existencia de Cisjordania ocupada- "Israel está ocupando la tierra, pero es una ocupación de la tierra que Dios les dio hace 3.500 años", dijo en febrero en un podcast religioso- y también se opone a la creación de un Estado, como él dice, para "los llamados palestinos".
“Hay ciertas palabras que me niego a utilizar. No existe tal cosa como Cisjordania. Es Judea y Samaria. No existe tal cosa como un asentamiento. Son comunidades, son barrios, son ciudades. No existe tal cosa como una ocupación (israelí)”, declaró en la visita a Maale Adumim.
Sus posiciones contrastan con las que sostienen la mayoría de los judíos estadounidenses, con un 46 % a favor de una solución de los dos Estados frente a un 22 % en contra, según una encuesta del centro de investigación Pew de febrero de 2024.
No hay Cisjordania, ni ocupación
El próximo secretario de Estado y hasta ahora senador en Florida, Marco Rubio, es considerado un 'halcón' en política exterior con una dilatada experiencia en las comisiones de Relaciones Exteriores e Inteligencia del Senado; pero también es un defensor de la línea más dura contra Irán, principal contendiente de Israel.
“Sin Irán, no hay Hamás. Sin Irán, no hay Hizbulá. Sin Irán, no hay milicias chiitas que nos ataquen desde Irak y Siria”, afirmó Rubio hace un año en una entrevista televisada. Hace un mes, tras el ataque en represalia de Irán con 181 misiles contra Israel del 1 de octubre, el senador dijo que apoyaba “plenamente el derecho de Israel a responder de manera desproporcionada”.
También declaró, un mes después del inicio de la guerra en Gaza, que Israel debía "destruir a cada elemento de Hamás" porque sus integrantes "son animales crueles que cometieron crímenes horribles", en referencia al ataque del 7 de octubre de 2023.
En agosto, cuando el Departamento de Estado anunció sanciones a organizaciones israelíes implicadas en la “violencia de colonos extremistas” en Cisjordania ocupada, Rubio aseguró que “socavaba” a un aliado de EE.UU. y que los israelíes "legítimamente en su patria histórica" no eran el impedimento para la paz, escribió en una carta al todavía secretario de Estado, Antony Blinken.
Al frente del Pentágono, Trump ha designado a Pete Hegseth, un veterano del Ejército -aunque sin experiencia militar de alto nivel-, presentador de la cadena ultraconservadora Fox News (en la que entrevistó a Netanyahu en marzo) y quien tampoco reconoce la ocupación israelí ni la posibilidad de dos Estados.
En un evento celebrado en Jerusalén en 2018, Hegseth señaló que "no había ninguna razón por la que no fuera posible el milagro de restablecer el (tercer) templo en el Monte del Templo", como se refieren los israelíes a la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar más sagrado para los musulmanes y donde se sitúa la mezquita Al Aqsa. Es también el lugar más sagrado para el judaísmo porque se cree que ahí se levantaron el primer y segundo templo.
Hegseth también respaldó la anexión de Cisjordania, algo que ya hoy repiten abiertamente los ministros más radicales del Gobierno israelí, como el de Finanzas, el colono Bezalel Smotrich, que este lunes hizo un llamado a reocupar el norte de Gaza.
"Visitar Judea y Samaria y comprender esa soberanía -la soberanía misma del suelo israelí, las ciudades israelíes, los lugares israelíes- es un siguiente paso fundamental para mostrarle al mundo que esta es la tierra de los judíos y la Tierra de Israel", declaró Hegseth, en 2018, cuando Trump ya era presidente.
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