Un medicamento inyectable llamado Ozempic, nombre comercial de un producto pensado en principio para tratar la diabetes tipo 2, ha conseguido una enorme popularidad por sus efectos en la pérdida de peso.
EFE
Nueva York|EEUU|EFE|04|07|24
Un medicamento inyectable llamado Ozempic, nombre comercial de un producto pensado en principio para tratar la diabetes tipo 2, ha conseguido una enorme popularidad por sus efectos en la pérdida de peso tanto en la élite de Hollywood como entre el resto de los mortales, y ello pese a su alto precio y sus posibles efectos secundarios aún no estudiados lo suficiente.
Uno de los efectos de este fármaco, que pertenecen a un grupo conocido como agonistas de GLP-1, es que transmite la sensación de saciedad después de comer. Ozempic, que se tiene que inyectar una vez a la semana, es el más conocido, pero hay otros medicamentos similares, como Mounjaro o como Wegovy, este último autorizado con el fin específico de combatir el sobrepeso.
Algunos de los famosos que han afirmado usar este tipo de medicamentos son, por ejemplo, la persona más rica del mundo, Elon Musk, la actriz Rebel Wilson -que ha perdido más de 35 kilos- y la presentadora Oprah Winfrey. Todos han dicho que han conseguido su peso ideal al combinar este medicamento con una dieta saludable y ejercicio.
"En toda mi vida, nunca soñé que estaríamos hablando de medicamentos que brindan esperanza a personas como yo que han luchado durante años contra el sobrepeso y la obesidad", dijo la presentadora en marzo en un programa de ABC titulado 'Oprah: vergüenza, culpa y la revolución de la pérdida de peso'.
De 900 a 1.400 dólares al mes
Sin un seguro que cubra el costo -lo cual es complicado de conseguir si el usuario no tiene diabetes u obesidad, pues algunas aseguradoras consideran estos fármacos como medicamentos estéticos- estos medicamentos rondan los 900 y 1.400 dólares al mes.
Walter Willett, profesor de Epidemiología y Nutrición de la Escuela de Salud Pública T. H. Chan de la Universidad de Harvard, advirtió al New York Times que estos medicamentos podrían aumentar un 50 % el gasto destinado a la atención médica en el país.
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