Un hombre observa un árbol caído debido a las fuertes lluvias, este jueves en Valparaíso. Foto: EFE
Santiago de Chile|EFE|14|06|24|
Decenas de miles de personas se han visto damnificadas por las lluvias torrenciales que azotan desde el martes la región central del país y que caen con fuerza en la capital, Santiago de Chile, donde ya han causado desalojos por inundación, interrupciones del suministro de electricidad y problemas de tránsito, además de obligar a suspender las clases en los colegios y universidades.
Un frente que según el secretario de estado de Interior, Manuel Monsalve, comenzará a remitir en las próximas horas y que no será tan largo como se había pronosticado, aunque igualmente va a dejar cifras históricas de precipitaciones en la región metropolitana, en la que vive casi el 40% de la población del país.
Tras participar en el Comité de Gestión de Riesgos y Desastres, celebrado pasado el mediodía de este jueves, el número dos de Interior afirmó que "lo peor" de las lluvias "ya pasó", y que por ello se levantó la alarma roja que pesaba sobre la región capitalina y las vecinas de Ñuble, Biobío, Coquimbo, Valparaíso y O'Higgins.
"La cantidad de precipitaciones que van a caer son menores a las que se habían pronosticado", subrayó Monsalve, quien sin embargo precisó que las clases siguen suspendidas el viernes por precaución y por los trabajos de recuperación y retirada de agua y lodo en numerosos sectores de la capital y el resto de regiones del país.
Una de las situaciones más dramáticas se vive en la rivera del rio Curalinaue, en la región de Biobio, una de las más afectadas, donde más de 5.000 personas se ha visto obligadas a abandonar sus casas por el desbordamiento de las aguas y la falta de condiciones para controlar el cauce desbocado.
Varios vecinos han denunciado ante las cámaras de televisión que más allá de la fuerza de la naturaleza y el cambio climático, la tragedia tiene su origen en el sistema económico extractivista, ya que la mayor parte de las tierras pertenecen a las grandes empresas madereras y apenas hay zonas de edificación más allá de los cauces de los ríos.
Otras 400 familias debieron igualmente huir de sus casas el mismo martes por el desbordamiento de otro de los cientos de ríos que existen en las regiones centrales de Chile.
Más al norte, en la región vecina del Maule, un hombre falleció durante la madrugada tras recibir el impacto de un poste de electricidad vencido por el viento, que en algunas zonas del país está superando los 80 kilómetros por hora.
Además de Curanilahue, las comunas de Arauco y Santa Juana, son las más afectadas: entre todas suman cerca de 7.000 personas damnificadas, la mayoría de las cuales se han visto obligadas a desplazarse tras ver inundados o derrumbados su hogares.
Como dato para dimensionar el caudal de lluvias, la Estación Carriel Sur de Concepción, uno de los principales centros de monitoreo meteorológico en la región de Biobío, en los 12 primero días de junio cayeron en la zona 274,6 milímetros, el 34% de toda la lluvia que se precipito en 2023.
Caos en Santiago
Este jueves, las grandes avenidas de las zonas más acomodadas de Santiago eran aún torrentes, presentaban grandes bolsas de agua acumuladas en veredas, parques y jardines mientras que en las poblaciones o campamentos irregulares, los barrizales y los desprendimientos han dejado a decenas de personas sin refugio en sus precarios hogares.
A las 8:00 hora local (misma hora en Bolivia) de este jueves, más de 20.000 hogares estaban sin suministro eléctrico en las comunas capitalinas de Isla de Maipo, Melipilla y Padre Hurtado, mientras que decenas de sótanos estaban inundados en el centro de la capital, algunos pasos a nivel cortados, varios túneles inhabilitados y numerosos semáforos apagados.
A esa hora, había caído más de 23 mililitros de lluvia por metro cuadrado en un intervalo de tiempo de apenas cuatro horas, creando caos en el tráfico vehicular.
Además, se elevó una alerta por posible desbordamiento de los ríos Mapocho y Maipo, y se tuvieron que desalojar barriadas del sur, en especial por la zona de Talagante.
Llamamiento del presidente
Desde Alemania, donde se encuentra como parte de una gira europea que arrancó el domingo, el presidente de la República, Gabriel Boric, instó ayer a la ciudadanía a aplicar las recomendaciones de los servicios de emergencia y a respetar el estado de alerta climática, que se extiende igualmente a las regiones costeras de Viña del Mar y Valparaiso e incluso la zona septentrional de Coquimbo.
“La responsabilidad de que no tengamos víctimas fatales, de que las afectaciones sean las menores posibles, es compartida. Desde el Estado tenemos que cumplir nuestro rol, pero es importante también que las familias y las personas que reciban alerta cumplan con las instrucciones de las autoridades. Esto es clave a la hora de salvar vidas”, recalcó.
A este respecto, y como ocurriera en los meses de verano con los incendios, la oposición ha introducido la tragedia climática en elemento de la discusión política, criticando al mandatario por proseguir sin cambios su gira europea, que le llevará también a Francia en incluye su participación en la conferencia de paz de Ucrania.
Uno de los más beligerantes fue el ultraconservador alcalde de La Florida, una de las comunas del oriente de la capital, Rodolfo Carter, quien en televisión nacional insinuó que Boric no se preocupaba de la situación en el país.
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