|OPINIÓN|Sobre los dólares y los narcos|Luis Antonio Serrano|

Brújula Digital|03|08|24|

Luis Antonio Tuko Serrano

Recuerdo que en los años 80 también eran fundamentales los dólares, pero al menos se sabía dónde encontrarlos: en manos de los narcos criollos. Se solía escuchar que, para que funcionara la economía del país, se necesitaban 3.000 millones de dólares, de los cuales 1.000 o 1.500 provenían del narcobusiness. Entonces, todo era más fácil porque el Gobierno se hacía de la vista gorda y los mil millones o más de dudosa procedencia entraban en la economía nacional.

En esa época llegaban los dólares en sacos a ciertos pueblos del oriente y hasta el cura del lugar ayudaba a que hicieran su tránsito correcto. Él era prenda de garantía y colaboraba en eso. Los nuestros eran unos narcos pequeños, comparados con los peruanos o colombianos, pero eran bolivianos y dejaban que sus billetes circularan aquí. No era un meganegocio, pero tenía su peso específico para la pequeña economía nacional.

Más allá de los 80, con Hugo Banzer presidente democrático, se llegó a reducir casi a cero la producción excedentaria de coca. EEUU apoyaron esa lucha boliviana con impulso al desarrollo alternativo a través de USAID y con un trato preferente a las exportaciones nacionales. Se hicieron varios programas para mejorar la calidad de productos y poder ser competitivos en los mercados internacionales. Qué maravilloso hubiese sido seguir esa ruta y hacer de Bolivia un gran exportador de café, por ejemplo.

Sin embargo, poco después se echó por la borda todo lo aprendido y se impulsó el cultivo de coca. Hoy los productores ligados al narconegocio llegan a la elaboración de pasta base y la venden a buen precio en bolivianos a los que harán la siguiente etapa, la de llegar a la cocaína de alta calidad cristalizada.

Estos fabricantes ya no son criollos, ya no dejan ver los fajos de dólares saliendo de aviones aterrizados a la vista de todos. Tal vez ni comercian con billetes; son de otro nivel de negocios y seguramente extranjeros, capos de grupos mafiosos. La economía boliviana se ha ensanchado y ve muy poco del dinero que fuera del país genera este negocio, que crece de forma geométrica.

Luis Antonio Tuko Serrano es comunicador social.