"Es un hecho que están acá (los autos chutos), calculamos que hay un millón (de vehículos indocumentados), se trata de una avalancha", dijo el presidente de la Cámara Automotor Boliviana, Jhonny Salvatierra.
Brújula Digital|EFE|18|09|25|
La Cámara Automotor Boliviana (CAB) rechazó la propuesta de una posible legalización de vehículos indocumentados, tal como plantea el candidato presidencial del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Rodrigo Paz, al considerar que atenta contra uno de los principales rubros formales que más aporta a la economía del país.
El presidente de la CAB, Jhonny Salvatierra, dijo este miércoles a EFE que la oferta electoral de Paz "es preocupante y lamentable porque atenta contra las empresas formales", además de que origina "una desventaja muy grande" respecto al negocio de los autos indocumentados, también conocidos en Bolivia como chutos.
"Es un hecho que están acá (en Bolivia), calculamos que hay un millón (de vehículos indocumentados), se trata de una avalancha", lamentó el representante de la CAB, que agrupa a las empresas encargadas de importar vehículos nuevos.
Salvatierra dijo que, desde el momento en que se comenzó a hablar de la legalización de los autos indocumentados, conocidos como “chutos” comenzó a percibirse el movimiento de gente hacia las fronteras, entre ellas varios extranjeros, dedicados a la importación ilegal de estos carros que, se presume, provienen de robos, contrabando y lavado de dinero.
Paz en varias oportunidades ha aclarado que su planteamiento no busca impulsar el robo de vehículos y más bien toma en cuenta una realidad en el país donde hay muchas personas que tienen carros “chutos”.
Según la CAB, Bolivia posee un parque automotor de 2,5 millones de unidades, de las cuales 1,7 millones corresponden a vehículos de cuatro ruedas, mientras que se estima que hay alrededor de un millón de vehículos ilegales.
"Lo que nosotros pedimos es que controlen la frontera, porque pueden duplicar la cantidad que están trayendo", indicó Salvatierra.
También señaló que el ingreso de esos automóviles empeorará la situación económica de Bolivia, que desde el año pasado padece la falta de combustibles como el diésel y la gasolina, mismos que reciben subvención estatal.
A esto se suma la falta de liquidez de dólares desde principios de 2023, que ha generado un mercado paralelo de venta de la divisa, en el que cada dólar cuesta casi 13 bolivianos, lo que contrasta con el tipo de cambio oficial de 6,96 bolivianos.
Salvatierra explicó que la falta de dólares complica la compra de nuevas unidades en el exterior. Las casas automotrices si bien aseguran que cobran al cambio oficial, en algunos casos han duplicado los precios desde que empezó a dispararse el costo de la divisa estadounidense.
El representante agregó que las firmas automotrices últimamente se rehúsan a enviar más vehículos a Bolivia por los reclamos de clientes que reportan averías causadas en los motores por el tipo de combustible que se distribuye en el país.
Según los registros de la CAB, anualmente el rubro formal automotriz genera 3.000 millones de dólares, de los cuales 500 millones corresponden a impuestos por la importación de las unidades cero kilómetros que ingresan legalmente al país.
BD/