Los precios de la carne y productos de la canasta familiar registran un incremento desmedido en diferentes mercados de La Paz, afectando gravemente a consumidores y comerciantes, que denuncian escasez, especulación y falta de control estatal. En algunos puntos, los precios prácticamente se duplicaron en cuestión de semanas o meses.
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Los precios de la carne y productos de la canasta familiar registran un incremento desmedido en diferentes mercados de La Paz, afectando gravemente a consumidores y comerciantes, que denuncian escasez, especulación y falta de control estatal. En algunos puntos, los precios prácticamente se duplicaron en cuestión de semanas o meses.
En el mercado Camacho, por ejemplo, el kilo de pollo pasó de costar 28,50 a 32 bolivianos, mientras que el kilo gancho de la carne de res se disparó de 24 a 54,50 bolivianos en un año. El hueso blanco subió de 3 a 18 bolivianos, y el rojo de 8 a 25 bolivianos. La carne molida corriente pasó de 42 a 58 bolivianos. Tampoco se encuentra aceite con facilidad, según reportaron los mismos comerciantes.
La situación es similar en el mercado Rodríguez, donde el litro de aceite llega a 25 bolivianos (cuando su precio habitual es de 14), y el kilo de pollo se vende a 35, aunque hay poca oferta. El maple de huevo, antes entre 30 y 35 bolivianos, ahora cuesta hasta 45. La carne molida subió de 52 a 68 bolivianos; el hueso rojo de 18 a 36 y el hígado de 25 a 40.
En el mercado Gallardo, el huevo por unidad cuesta ahora entre 1,30 y 1,50 bolivianos, cuando antes estaba a un boliviano por unidad. El aceite llega en cantidades mínimas y se vende al instante. Un comerciante relató: “No podemos guardar, cuando nos llega ese rato lo venden, no sabemos en qué momento nos puede llegar”.
En la Garita, la carne molida corriente está a 70 bolivianos, antes se vendía a 52. Un bidón de aceite de 5 litros se vende hasta en 160 bolivianos, cuando hace apenas dos meses costaba 50 bolivianos. El pollo está prácticamente agotado.
“Nos perjudican el precio, en especial en todas las carnes, de res, pollo; los precios son muy altos. Somos comerciantes al detalle y todos sufrimos la subida y la escasez. Hace un año comprábamos el kilo gancho en 19 bolivianos, ahora está en 54. El hueso blanco costaba 3 y ahora 18, el hueso rojo de 8 a 25. La carne molida corriente antes 38, ahora 58”, lamentó una vendedora.
En el mercado de Miraflores, la carne molida llegó a 70 bolivianos (antes 58), la pulpa a 80 (antes 70), el hígado a 40 (antes 30), y la panza a 50 (antes 35). El maple de huevo está en 36 bolivianos y el kilo de pollo en 32. “No puedo traer ya panza ni hígado, está más de 50 bolivianos, ya no me conviene traer”, aseguró una comerciante.
En supermercados como Hipermaxi de Achumani y Sopocachi tampoco hay respiro: el pollo está agotado (su precio anterior era de 21 bolivianos), el maple de huevo pasó de 29 a 40 bolivianos, y la carne molida subió hasta los 60 bolivianos.
En el mercado de Sopocachi, la panza se ofrece a 50 bolivianos (antes 38), el hígado a 45 (antes 32), la carne molida a 65 (antes 55), y el maple de huevo a 45 bolivianos (antes 35). “Antes vendía el maple a 30, ahora a 35 y ni así saco ganancia”, contó una vendedora.
Los clientes también sienten el golpe. “Vengo con lo justo y ya no me alcanza para comprar lo mismo que antes”, dijo una señora. Otro comprador reclamó: “Hace un mes compraba carne molida a 55, ahora está casi a 70. Es demasiado”. En supermercados, como los de la empresa Sofía, la ausencia de pollo genera largas filas.
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