Mientras Bolivia atraviesa un periodo de incertidumbre política y elecciones próximas, el Movimiento Agroecológico Boliviano (MAB) emite un pronunciamiento para indicar que «Los transgénicos no son una solución para Bolivia».
Brújula Digital |03|06|25|
Sumando Voces
Yenny Escalante
Mientras Bolivia atraviesa un periodo de incertidumbre política y elecciones próximas, el Movimiento Agroecológico Boliviano (MAB) emite un pronunciamiento para indicar que «Los transgénicos no son una solución para Bolivia», ademas de reforzar su defensa por la soberanía alimentaria y los derechos de la Madre Tierra, del campesinado, de los indígenas y de los consumidores.
Según el MAB, la promesa de que los cultivos genéticamente modificados mejorarían la productividad, resistirían mejor a plagas y sequías y atraerían más divisas por exportaciones, quedó incumplida. En cambio, la organización denuncia que lo único que crece de forma exponencial es el uso de agrotóxicos: «Ya son veinte años desde la autorización del primer evento de soya transgénica (…), pero sin alcanzar esos resultados del boom económico prometido, lo único que creció exponencialmente fueron los agrotóxicos que importan y usan descontroladamente».
En el documento, publicado el 30 de mayo, el MAB también alerta sobre la dependencia del modelo agroindustrial respecto al diésel subvencionado y a insumos importados como las semillas transgénicas resistentes al glifosato y glufosinato de amonio, dos herbicidas altamente cuestionados por sus impactos en la salud y el medioambiente.
«Les recordamos que no han logrado mejorar la productividad ni los rendimientos, ya que no pasaron de 2,5 toneladas por hectárea, tampoco pudieron contener los efectos de la sequía y otros impactos climáticos, y que existen muchos productores endeudados», agrega el texto.
El pronunciamiento critica que, en momentos de transición política, suelen aprobarse decretos clave sin el debate público necesario. El texto menciona el primer evento de soya transgénica, autorizado en un contexto electoral similar al actual, lo que el MAB califica como un “decreto de salida”.
Es por ello que, las organizaciones que integran el movimiento apuestan por la agroecología como un camino viable y sostenible. “Estamos construyendo una estrategia nacional para la agroecología (ENA), liderados por el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, para sentar las bases de un sistema alimentario agroecológico y un modelo sostenible de producción”, afirman.
BD/RED