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Economía | 13/10/2024   05:25

|ANÁLISIS|El potencial de la economía naranja; $4.000 millones por año|Hugo Siles E.|

ABI

Brújula Digital|13|10|24|


Hugo Siles Espada


Respecto a la economía naranja, la “capitalización de la cultura” y una nueva visión de crecimiento y desarrollo para Bolivia:

Imagina hoy a una ciudad milenaria como Potosí con gente vestida a la usanza colonial. Imagina ver por las calles históricas de Potosí personajes con el atuendo tradicional indígena femenino de Calcha; ver por la calle Hoyos representaciones con los figuras de la colonia luciendo vestimentas originales como el vestido con el miriñaque de las damas, el traje de los españoles y los indígenas de la actividad minera.


Imagina ver por la escalinata de la Catedral y el mercado central de Potosí platería del cerro rico, aguayos multicolores colgando y en las calles caballos chúcaros con la armadura colonial. 


Imagina ver los balcones de los edificios públicos y privados adornados con flores, pinturas antiguas, objetos de plata y arcos de platería.


De inmediato, el efecto reverberador sería una ciudad museo histórica recubierta con los manjares de la repostería potosina, fotografías, instrumentos musicales y tejidos, sopaipillas y tahua tahuas propias de la repostería potosina, los refrescos de la conocida mokola o mocko chinchi. Hoteles y restaurantes rebalsando de turistas.  


Y no sólo sería Potosí, sino el Lago Titicaca, el Salar de Uyuni, Copacabana, la Chiquitanía, el Chaco Boliviano, el Madidi, etc.


Empero, la economía boliviana históricamente se basó en el sector primario exportador caracterizado por la explotación del sector hidrocarburos, minería y agroindustria con escasos niveles de valor agregado. Los resultados del citado modelo fueron escasos niveles de crecimiento con efectos marginales sobre el nivel del desarrollo humano y sostenible. 


El reciente evento de TECNIA, organizado por la Cámara Nacional de Industrias (CNI), con enfoque de la economía naranja profundizó una nueva visión de crecimiento y desarrollo para Bolivia basado en el conocimiento. Andrés Zaratti señala que se trata de la “capitalización de la cultura”, esto es, el desarrollo cultural mejora la calidad de vida, puesto que la economía naranja se basa en el conocimiento.


Las denominadas economías culturales y creativas, cuyos ejemplos son los museos, escultura, fotografía, entretenimiento, gastronomía, hotelería, turismo, publicaciones, diseños, servicios creativos, medios de comunicación, etc., son una opción de desarrollo humano y sostenible.  


Andrés Aramayo, expositor en TECNIA, señaló que la economía naranja significa por ejemplo en el área turística más de 1.613 millones de viajeros por año en el mundo con los consiguientes efectos en cadena sobre el sector terciario y secundario. 


La economía del turismo y sectores relacionados generan 7,1% del PIB en el mundo y uno de cada diez empleos surgen de este sector.  


En Sudamérica existen más de 34 millones de personas que anualmente viajan sea por turismo, negocios, u otras actividades y su aporte alcanza al 7,9% del PIB regional, por encima del promedio del planeta. 


En el caso de Bolivia el turismo y actividades relacionadas contribuyen con el 2,1% al PIB, inferior al 7,9% del promedio de Sudamérica. 


En el país existen 31.533 empresas dedicadas a la economía naranja de las más de 490 mil existentes y generan más de 546 mil empleos con un nivel de generación de ingresos de 1.000 millones de dólares por año. 


Sólo el gasto turístico de un extranjero en Bolivia contribuye con 530 millones de dólares, en cambio que Perú genera 2.938 millones. 


Estimaciones realizadas por la UPB en un estudio titulado Turismo con Propósito realizado por Lykke Eg Andersen indican que si se generan las condiciones propicias para la inversión privada en coordinación el sector público  el turismo podría pasar de los mil millones por año a 4.000 millones de dólares. Los efectos sobre el empleo superarían los 800 mil trabajos y se tendría más de 50 mil empresas dedicadas al rubro.


Aramayo destaca algunas de las políticas públicas necesarias para promover la economía naranja: Política aeronáutica de cielos abiertos con el respeto de las 9 libertadas, fortalecimiento de los 48 aeropuertos en el país y desarrollar el hub de Viru Viru.  


Por su parte, Laserna recomienda como políticas para promover la economía naranja: Políticas de protección intelectual, educación y capacitación de capital humano, mejor y mayor conectividad, acceso a financiamiento, reducción de trámites. 


Ley de derechos de autor, devolución automática de impuestos al turista, Ley del turismo, cero visas, mejorar la infraestructura turística en aeropuertos, terminales bimodales terrestres y férreas, etc., agrega Pablo Camacho, presidente de la CNI.  


No hay duda que si la economía boliviana apuesta por la economía naranja se vería, por las calles históricas de Potosí, por las playas de Copacabana, por el Salar de Uyuni, por el Madidi y otras atracciones naranjas en el país, fluir no sólo divisas, sino desarrollo humano y sostenible. 





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