Bolivia jugará el jueves en Guayaquil, donde hace 31 años la selección nacional de Xabier Azkargorta, en una visita a Ecuador, logró una igualdad que aseguró su clasificación al Mundial de Estados Unidos. Uno de los principales protagonistas fue el delantero.
El gol que hizo Ramallo en Guayaquil para el empate de 1993. Foto: El Salto al Futuro
Brújula Digital, Premium|13|11|24|
Cada vez que la selección boliviana enfrenta a Ecuador es imposible no evocar aquella histórica jornada del 19 de septiembre de 1993. Esa tarde, un fantástico gol de William Ramallo sirvió para el empate que le dio a Bolivia el boleto para asistir al Mundial de Estados Unidos 1994.
Con un panorama muy diferente al de aquella clasificatoria, la Verde volverá a enfrentar a Ecuador en Guayaquil. Ramallo, quien aún recuerda con cariño su histórico gol en el estadio Isidro Romero del club Barcelona, destaca la importancia de aquel encuentro y cómo era enfrentar a la selección ecuatoriana en esos años.
“En Guayaquil logramos un empate en una jornada épica. Ese gol dejó una huella en la historia del fútbol boliviano. Recuerdo con mucho cariño a esa selección que nos permitió llegar a un Mundial por mérito propio”, rememora Ramallo para la revista 321 Sports de la Agencia Marka Registrada.
Ramallo fue un verdadero verdugo para Ecuador en aquellos años. Además del empate 1 a 1 en Guayaquil (anotó en suelo ecuatoriano a los 45 minutos), el exfutbolista hizo el tanto del triunfo en el partido de ida en La Paz, donde Bolivia se impuso por 1 a 0 en el estadio Hernando Siles.
Hoy Ramallo reflexiona sobre el contexto de esa época y reconoce que Ecuador estaba en un proceso de crecimiento que ahora ha dado frutos: “Ecuador no tenía el poderío de ahora, era una selección en proceso. Le ganamos de local y en Guayaquil empatamos. Hoy es un Ecuador muy diferente”.
Una eliminatoria de intensa competencia
Hasta las eliminatorias para el Mundial de EEUU 94, el formato sudamericano se disputaba en grupos. En aquella ocasión, solo los dos mejores equipos de la serie lograban el pase. Con Bolivia clasificado en segundo lugar después de Brasil, quedaron eliminados Uruguay, Ecuador y Venezuela.
Ramallo considera que aquel formato de clasificación “era mucho más difícil, se jugaba en series con pocos partidos decisivos. Con seis partidos ya podías estar eliminado o clasificado. Hoy, con el formato todos contra todos, hay más oportunidades de lograr victorias de local. Todavía nos cuesta de visitante, ya que nuestra selección es joven y necesita más experiencia para sacar resultados afuera”.
A pesar de lo complicado que era en esa época, Bolivia se mantuvo firme y logró la histórica clasificación al Mundial de Estados Unidos, donde, aunque no avanzó a la siguiente fase, en primera ronda mostró un gran nivel de juego y destellos de seguir creciendo.
Una leyenda de los goles
En ese ciclo, Ramallo marcó siete goles y se convirtió en el máximo goleador de las eliminatorias sudamericanas de 1993, un título que lo consagró posteriormente como el “Goleador de América”. Su capacidad para aprovechar cualquier oportunidad cerca del arco lo hizo una figura imparable.
Marcelo Martins, quien también se consolidó como referente y máximo goleador de la Verde, superó los registros de Ramallo. El exdelantero reconoce esta diferencia: “Ahora tienen más chances de anotar porque juegan más partidos. Martins jugó más eliminatorias que yo y tuvo la oportunidad de marcar más goles”.
Hoy en día, la selección cuenta con nuevos talentos goleadores como Carmelo Algarañaz y el joven Enzo Monteiro (hijo del exfutbolista Edú Monteiro). Ramallo los anima a aprovechar el buen momento de la selección y a adaptarse a El Alto, nueva sede de la Verde como local.
“Los chicos también tienen la oportunidad de hacer más goles jugando en El Alto. Algarañaz y Monteiro tienen que adaptarse. Están proyectándose bien; solo necesitan aprovechar esta coyuntura del fútbol boliviano”.
Con sinceridad, Ramallo concluye: “Antes, en mi época, había que hacer muchos méritos para llegar a la selección, ser goleador de la Liga y tener un buen historial de partidos. Hoy se apuesta por chicos sin tantos antecedentes, pero están respondiendo con buenos resultados”.
Un cambio generacional
El exfutbolista, una voz autorizada en el fútbol boliviano, afirma que el seleccionado atraviesa un buen momento, impulsado por la aparición de nuevas figuras jóvenes.
“Es un cambio generacional fortuito, no ha sido fruto de una planificación o proceso. Esto ocurre gracias a la apertura de Always Ready, que acoge jugadores de todo el país, y por la oportunidad que Villegas (que era DT de la banda roja) da para el debut de estos chicos en la Copa Libertadores. Es algo que casualmente se está dando por el bien del fútbol boliviano”.
Considera que el país no debe quedarse solo con este avance, sino trabajar en un proceso. “Es necesario un proyecto a largo plazo, desde la Sub-15 hasta la Sub-21, para que, con la experiencia de jugar torneos sudamericanos, lleguen a la selección mayor por mérito. Actualmente, no están los mejores del campeonato de fútbol, pero sí jóvenes con proyección”.
¿Cómo enfrentar a Ecuador ahora?
Cree que el encuentro del jueves será complicado.
“Nos llevan a jugar a Guayaquil porque en esta época hace bastante calor. Creen que la mayoría de nuestros jugadores son altiplánicos y sentirán el calor. Sin embargo, la mayoría de los seleccionados son de Santa Cruz y están adaptados al clima cálido, por lo que no debería afectarles”.
Es directo y reconoce la dificultad del compromiso, pero enfatiza que los jugadores deben mostrar inteligencia y una estrategia muy bien planteada. “Es un partido difícil. No será sencillo, pero hay que contener la velocidad y el físico que posee Ecuador. Debemos ser inteligentes al plantear la estrategia. Los jugadores deben responder dentro del campo, el técnico no juega, ellos son quienes deben ejecutar la estrategia”, finaliza.
Redacción: Marco Quispe
Fotos: El Salto al Futuro
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