Entre el cielo y la tierra, la muestra de Giancarla Muñoz Reyes

Javier Diez de Medina Valle / Brújula Digital |14|08|22|

He sentido una profunda sensación de gozo y de respeto a la vida tras asistir a la inauguración de la más reciente exposición de esculturas de Giancarla Muñoz Reyes Pantoja. Hasta el 24 de agosto mostrará su trabajo en el Club de Tenis La Paz (en el barrio de La Florida), en una exhibición abierta a todo público.

La muestra incluye 12 esculturas de cerámica, agrupadas bajo el nombre “Entre el Cielo y la Tierra” y que precisamente hacen referencia a los temas que han rondado la propuesta de Muñoz Reyes: la conexión de las personas con la naturaleza y de ésta con el firmamento. Por eso adoptó hace muchos años el pseudónimo de Gaia, el dios griego que hace referencia a la Tierra.

Y es que entre el cielo y la tierra existe una conexión tan importante, que sólo el ser puede entender. Ese ser amoroso, comprometido, sensibilizado, consciente e inteligente.

Innegablemente, el ser humano es el nexo, el filtro, el equilibrio y el responsable de la buena y sana convivencia entre el cielo y la tierra.

Pero sucede que el ser humano no toma conciencia ni de sí mismo ni de su responsabilidad por cuidar y amar la tierra, para proyectarse en espíritu hacia el universo infinito.

Gracias a Dios, la inspiración, la sensibilidad y el talento que promueven las artes en este mundo dispar y materializado hacen que surjan personas como Giancarla, que buscan y encuentran seres indescriptibles que reflejan la magia infinita del universo y el tesoro escondido en su verdadero ser.

Definitivamente, el artista cuando busca, se inspira, cuando busca crea, cuando busca encuentra. Encuentra porque deja libre su alma para reconocer lo que sólo el ojo agudo del espíritu de amor es capaz de ver entre el cielo y la tierra.