Una exposición dedicada a las “ñatitas” o cráneos humanos se inauguró esta semana en el Museo Costumbrista Juan de Vargas, en el marco del mes de Todos Santos y con el propósito de mostrar la relación entre esta tradición y el diálogo espiritual con los antepasados, así como su conexión con el ciclo agrícola andino.
Brújula Digital|EFE|15|11|25|
Una exposición dedicada a las “ñatitas” o cráneos humanos se inauguró esta semana en el Museo Costumbrista Juan de Vargas, en el marco del mes de Todos Santos y con el propósito de mostrar la relación entre esta tradición y el diálogo espiritual con los antepasados, así como su conexión con el ciclo agrícola andino.
Miriam Salcedo, responsable de la exposición de las “ñatitas”, explicó a EFE que "esta celebración, que se realiza cada noviembre, nació hace muchos años en los pueblos agrícolas” de Bolivia.
“Después de Todos Santos, la gente sacaba a sus familiares o personas que murieron en el pueblo para pedir prosperidad para la comunidad y buenas cosechas. El sincretismo nace antes de la llegada de los españoles, cuando se pedía a los espíritus que cuidaran los cultivos y mejoraran la vida del pueblo”, relató Salcedo.
La conmemoración, explicó, se ha mantenido viva en los hogares de La Paz, "cada familia que tiene una “ñatita” le piden salud, protección o éxito en sus proyectos. A veces son familiares fallecidos o cráneos que les han sido regalados".
Se cree que las “ñatitas” pueden comunicarse a través de los sueños y advertir acerca de desgracias o fracasos, añadió Salcedo.
Según la tradición, las familias adornan a las “ñatitas” con coronas de flores, hojas de coca, velas o cigarrillos, y les dedican rezos los martes o viernes. “Es una creencia muy fuerte. Son seres que acompañan espiritualmente, guardianes que nos cuidan”, subrayó la organizadora de la exposición.
El Museo Costumbrista trabaja con un calendario cívico y tradicional que recoge las fechas y prácticas más significativas de la ciudad. Este año, la institución decidió rendir homenaje a esta expresión cultural, antes considerada prohibida, pero que hoy es aceptada como parte de la vida cotidiana en el país andino.
La exposición incluye reliquias familiares y elementos rituales cedidos por devotos, como cráneos decorados, urnas de vidrio, rosarios, hojas de coca y flores andinas.
“Queremos que se comprenda que no son prácticas ocultas ni malas, sino parte de nuestra identidad y de lo que creemos”, destacó Vani Coronado, quien es la responsable de Museos Municipales de La Paz.
El culto a las “ñatitas” reúne cada 8 de noviembre a decenas de fieles en el Cementerio General de La Paz, donde las calaveras son llevadas en urnas adornadas con arreglos florales, cigarrillos o gorros tradicionales. Allí, los devotos les ofrecen música, oraciones y agradecimientos por los favores recibidos durante el año.
La exposición en el Museo Costumbrista Juan de Vargas, que se exhibirá durante noviembre, busca tender un puente entre esta fe popular y su trasfondo histórico, al mostrar cómo la tradición de los cráneos humanos o “ñatitas” es herencia de una cosmovisión prehispánica, que se transformó en un símbolo de respeto a los muertos y de esperanza en la vida.
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