Cultura | 24/04/2022 06:15
Raised by wolves, para los amantes de la ciencia ficción
La trama y el universo planteados por el creador de la serie, Aaron Guzikowsky, van mucho más allá, y en ningún caso son refritos de las historias narradas por Scott.
Una escena de la segunda temporada de Raised by wolves. Lavanguardia.com
Rodrigo Ayala Bluske/ Tres Tristes Críticos
Es verdad que los primeros capítulos de la primera temporada de esta serie pueden llegar a ser un poco pesados (aunque nunca aburridos), pero si usted tiene la paciencia de sobrellevarlos, se encontrará con una de los mejores productos de la ciencia ficción que se han estrenado en la última década.
La serie se ha promocionado como un producto de Ridley Scott, que figura como productor ejecutivo. Y es verdad que en el desarrollo argumental aparecen temáticas que tienen que ver con los elementos centrales de los clásicos de ciencia ficción desarrollados por este director, especialmente los androides con problemas existenciales (Blade runner - 1982), y en menor medida los monstruos seudo humanizados (Alien – 1979, y sus numerosas secuelas).
Pero la trama y el universo planteados por el creador de la serie, Aaron Guzikowsky, van mucho más allá, y en ningún caso son refritos de las historias narradas por Scott, más bien nos proveen de un contexto nuevo, en el cual algunos de los elementos centrales del cine de este, se profundizan, junto a otros, con una habilidad y una pertinencia dignas de destacar.
En un futuro distopico, la vida en la tierra está a punto de extinguirse como emergencia de la guerra civil desarrollada por dos grupos de fundamentalistas, por un lado, los religiosos y por otro los ateos. A un par de androides creados por los ateos, se les encomienda la misión de trasladarse a otro planeta y criar un grupo de niños para que constituyan la base de una nueva civilización. Sin embargo, también hay grupos de religiosos que migran a dicho planeta, lo que reproduce en un nuevo contexto los viejos conflictos.
En Raised by wolves, las dudas que tenían los androides de Blade Runner se acrecientan. Ya no solo se trata de acerca de si pueden desarrollar decisiones y sentimientos propios, sino de tópicos más complejos como la contradicción entre el deber ser y las presiones del contexto. En la serie el conjunto de los personajes se encuentra permanentemente en la necesidad de compatibilizar las lealtades personales (cariño, amistad, solidaridad, etc.) con los mandatos ideológicos, y esa contradicción es la que guía sus acciones, logrando que la trama al desarrollarse capture nuestra atención en forma inteligente.
El planteamiento de las “parejas” protagónica (androides) y antagónica (seres humanos) se adecua al contexto de los nuevos tiempos. En el caso de los primeros, es la mujer la guerrera, la decisora, mientras el hombre es quien sirve de soporte emocional, de apoyo, etc. Al contrario, en el caso de la segunda pareja, es el hombre quien lleva la batuta dotado de la tradición patriarcal de los seres humanos. Pero a pesar de esa división, que en principio podría parecer maniquea, la trama refleja las contradicciones que conlleva la relación en ambos casos.
Uno de los aspectos más interesantes desarrollados en la serie es el de la relación que se da entre la fe, entendida como la creencia dogmática de los religiosos, y el comportamiento “práctico” de los ateos que en determinado momento también adquiere un carácter fundamentalista y en definitiva irracional. En la serie queda claro que en la mayor parte de los casos es la necesidad psicológica de los personajes y no la lectura ideológica, la que mueve sus acciones, e inclusive, motiva sus creencias mas profundas.
Sin embargo, no son solo esas contradicciones las que enriquecen la trama; en la medida en que avanzan los capítulos van apareciendo nuevos misterios a resolverse. En ese sentido el planteamiento global de la historia, sobre todo en la segunda temporada, nos hace recuerdo a “Lost” el clásico de la televisión de principios de siglo; ahí era la isla la que se comportaba como un ser viviente, en este es el planeta que parece a momentos tener una personalidad propia. El guion entonces es una suerte de envase, que al ser abierto muestra otro adentro y así sucesivamente. Dependerá mucho de la habilidad de los guionistas en las próximas temporadas, para que se llegue a una resolución satisfactoria de todos los temas planteados.
La serie se emite en una plataforma no muy difundida en nuestro medio; HBO Max, sin embargo, si usted es un amante de la ciencia ficción, o simplemente del buen cine y la buena televisión, siempre tiene la opción de ir a una tienda de películas, que, aunque no la tenga en existencia, sin duda podrá “bajársela” por un precio módico.
Rodrigo Ayala es cineasta y ensayista