Brújula Digital |22|4|20|Varios cientos de bolivianos tuvieron la fortuna de ver a Marcos Mundstock, y a todo el grupo Les Luthiers, cuando se presentaron en agosto de 2013 en Santa Cruz. Fue un espectáculo extraordinariamente producido, generando risas y reflexiones en el satisfecho público local.
Lamentablemente, Mundstock, caracterizado por su increíble voz, murió este miércoles a los 77 años.
“Después de más de un año de lidiar con un problema de salud que se tornó irreversible, nuestro compañero y amigo finalmente partió”, asegura el comunicado oficial difundido el conjunto. “De ahora en más, cada uno de nosotros deberá empezar a transitar el doloroso camino de aprender a convivir con su ausencia”, agrega.
Y añade: “Nos quedará el recuerdo de su voz, única e inconfundible. Y de su presencia sobre el escenario, con su carpeta roja y frente al micrófono, que cautivaba al público antes de decir una sola palabra”.
Nacido el 25 de mayo de 1942 en Santa Fe en el seno de una familia de inmigrantes judío-polacos, los problemas de salud habían obligado a Mundstock a abandonar la actividad artística en marzo de 2019, informó el diario Río Negro.
En enero de este año, el grupo había informado que Mundstock estaba con licencia médica y que por ese motivo no participaría de los espectáculos planificados para el 2020, previo al brote de coronavirus.
En 2016 había fallecido otro miembro de Les Luthiers, el entrañable Daniel Rabinovich. Junto a Mundstock, Rabinovich era considerado como el corazón del grupo. Puede decirse que los otros tres integrantes tienen una importancia menor: Carlos López Puccio, Carlos Núñez Cortés y Jorge Maronna.
Se desconoce qué hará el grupo de aquí en adelante sin la presencia de Mundstock, cuya voz, y su característica carpeta roja, eran una especie de hilo conductor en los espectáculos del grupo.
Les Luthiers, grupo creado en 1967 en Buenos Aires, se especializa a fundir música con humor. Se lo considera como uno de los mejores grupos del mundo en ese género. Todos, excepto Mundstock, son músicos muy versátiles, capaces de cantar y tocar varios instrumentos.
Además, el grupo construye sus propios instrumentos musicales, y de allí precisamente el nombre elegido “lutier”.
“Diría que nuestra vigencia se relaciona con que trabajamos un humor elaborado y generalista, sin montarnos sobre personajes políticos o que salen en los diarios. Nuestro desafío es hacer un humor que no dependa de un nombre propio implica una mayor dificultad y nosotros sentimos que ese es nuestro gran logro”, dijo Mundstock en una entrevista con Télam hace algunos años.
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