La obra, compilada por las investigadoras Loreto Correa y Roxana Forteza, reúne 14 estudios que examinan, desde distintas perspectivas, la diplomacia boliviana y chilena entre 2001 y 2025.
Brújula Digital |10|11|25|
La reciente publicación Bolivia y Chile: pensando juntos, editada por la Universidad Tecnológica Privada de Santa Cruz (Utepsa), ofrece un análisis crítico y multifacético del punto muerto en el que se encuentra la relación bilateral, con especial énfasis en el estancamiento de la demanda marítima boliviana tras el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de 2018.
La obra, compilada por las investigadoras Loreto Correa y Roxana Forteza, reúne 14 estudios que examinan, desde distintas perspectivas, la diplomacia boliviana y chilena entre 2001 y 2025, incluyendo el ciclo abierto por la Agenda de los 13 puntos y los intentos recientes por reactivar el diálogo tras la sentencia de La Haya.
Uno de los capítulos, escrito por el economista y diplomático Andrés Guzmán Escobari, sostiene que la política exterior boliviana ha caído en un error estratégico al limitar su accionar a una “retórica confrontacional y victimista, anclada en el pasado”.
Según Guzmán, el reclamo anual del 23 de marzo se ha vuelto más un gesto simbólico interno que un esfuerzo diplomático real. Propone en cambio “reencausar” la relación bilateral mediante una agenda pragmática de cooperación técnica, económica y ambiental, centrada en intereses comunes como la gestión del Silala, el comercio y el desarrollo del litio.
La publicación también recupera textos históricos, entre ellos el del diplomático y escritor Manfredo Kempff Suárez, quien califica la llamada “diplomacia de los pueblos” del gobierno de Evo Morales como “un eslogan vacío” que, en su criterio, debilitó la posición internacional de Bolivia al priorizar la alineación ideológica con países como Venezuela y Cuba por encima de los intereses nacionales.
Por su parte, el periodista y analista Mauricio Quiroz Terán traza un recorrido por la relación bilateral desde el fallido proyecto Pacific LNG –que dio origen al concepto de “gas por mar”– hasta los contactos técnicos recientes entre los gobiernos de Luis Arce y Gabriel Boric. A su juicio, el fallo de 2018 marcó “el fin de un ciclo” y el comienzo de una etapa que exige replantear la estrategia boliviana con realismo político y visión de futuro.
El libro también revisa el impacto del fallo en las distintas etapas posteriores: la indiferencia entre Evo Morales y Sebastián Piñera, el acercamiento limitado durante Jeanine Áñez y los contactos de bajo perfil entre Arce y Boric, todos marcados por la exclusión del tema marítimo de la agenda oficial. Los autores coinciden en que la falta de voluntad política de ambos países ha impedido reconstruir la confianza diplomática.
“Bolivia y Chile: Pensando juntos” concluye que la demanda marítima no ha muerto, pero requiere una reformulación profunda. El desafío —según sus autores— no consiste en insistir en una victoria imposible, sino en transformar la historia en una oportunidad de cooperación, integración regional y modernización de la política exterior boliviana.
La obra se presenta, en suma, como un llamado desde la academia para sacar la relación bilateral del estancamiento. Su mensaje central es claro: solo un enfoque pragmático, basado en intereses mutuos y soluciones innovadoras, podrá dejar atrás décadas de desconfianza y abrir un nuevo capítulo entre Bolivia y Chile.
BD/RED