Canedo se formó en literatura y lingüística en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la Pontificia Universidad Católica del Perú (ambas en Lima), así como en la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz. Realizó también estudios de posgrado en Nueva York.
Brújula Digital|14|07|25|
La destacada escritora y ensayista boliviana Georgette Canedo Quiroga falleció el sábado en la ciudad de Cochabamba, dejando un legado literario profundo y diverso que abarca la poesía, el ensayo, la narrativa y la docencia universitaria.
Con una extensa y destacada trayectoria intelectual, Canedo se formó en literatura y lingüística en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la Pontificia Universidad Católica del Perú (ambas en Lima), así como en la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz. Realizó también estudios de posgrado en literatura comparada, literatura norteamericana e historia del arte en la Universidad de Nueva York y en el Molloy College, dijo un comunicado de la Academia Boliviana de la lengua.
La Academia recordó que Canedo ocupaba desde 1990 la silla “L” en esa institución. La poeta estuvo casada con el excanciller Edgar Camacho Omiste, fallecido en 2013, con quien tuvo tres hijos: Georgina, Mónica y Juan Sebastián.
Autora de una obra prolífica que abarcó distintos géneros, se destacan sus ensayos ¿Creéis en fantasmas? (1988) y El color, la luz, el oro: aproximación encantada a Góngora (1996); el poemario Letra desleída: poemas de vida (1993); los relatos incluidos en La máscara de Artemisa (2003) y Casilda ya no vuelve (2011); así como la novela Tan solo en su agonía… (2007), una crítica contundente a las dictaduras militares que marcaron la historia reciente del país.
Canedo fue distinguida con importantes reconocimientos, entre ellos el Premio UNICEF a la Personalidad del Año (Nueva York, 1997) y el galardón al mérito literario de la Academia Internacional de Cultura Brasilense (Brasilia, 2005). Además, en 1992, fue invitada a realizar una investigación literaria en España por el Instituto de Cooperación Iberoamericana.
En el ámbito institucional y académico, se desempeñó como directora de Cultura del municipio de La Paz, fue miembro fundadora del Centro de Cultura Summa Artis —donde enseñó literatura, mitología e historia del arte— y profesora invitada de la Universidad Mayor de San Andrés. Su ingreso a la Academia Boliviana de la Lengua se produjo el 30 de abril de 1990, ocasión en la que leyó su discurso Tradición y ruptura en la lírica moderna, respondido por el entonces director de la institución, monseñor Juan Quiroz.
Su legado literario, académico y cultural permanecerá como referente de la intelectualidad boliviana y del compromiso con la creación literaria en el país.
BD/RPU