Un "cambio de armas" y un desfile; las mentiras que Zúñiga emitió para mover al Ejército, según Aguilera

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El viceministro del Régimen Interior, Jhonny Aguilera informó que el general Juan José Zúñiga movilizó a las fuerzas especiales a La Paz para un supuesto “cambio de armas”; y sacó a las tanquetas de los Regimientos Ayacucho y Tarapacá porque debían participar del desfile por el aniversario de la Policía. En cambio, estas unidades militares tomaron la plaza Murillo el pasado 26 de junio.

“El general Juan José Zúñiga conjugó irregularmente a todos los hombres de Inteligencia de La Paz bajo el denominativo de cambio de arma. Algo absolutamente irregular, nunca antes escuché que se podía efectuar eso. Los cita a todos de Inteligencia del país a la ciudad de La Paz, en el Alto Mando (del Ejército). Ahí los cambia de fuerza; es decir, los que eran de artillería o de caballería los vuelven de inteligencia”, declaró Aguilera en una entrevista a Panamericana.

El viceministro y excomandante nacional de la Policía explicó que Zúñiga empleó ese argumento para trasladar a su “contingente humano” de diversos sitios del país a la sede de Gobierno. “Las personas que están ahí, en la plaza Murillo vestidos de caqui, que ya está detenido, forman parte de este grupo de Inteligencia dirigido por Zúñiga”.

Traslado de tanquetas

Según las investigaciones,dijo Aguilera, el excomandante del Ejército se reunió con los comandantes del Regimiento Ayacucho, acantonado en Achacachi; y el regimiento Tarapacá de Corocoro; para instruirles que saquen las tanquetas del domingo porque el lunes era el aniversario de la Policía boliviana y que iban a participar del desfile.

“Ese es el argumento que usan los del Regimiento Ayacucho para salir de Achacahi; que están yendo al desfile de la Policía. Eso demuestra premeditación, con que Zúñiga planificó (la asonada militar) con estos comandantes”, afirmó.

Zúñiga habla al comandante del Regimiento Tarapaca para decirle que se traslade las tanquetas hasta la puerta del Regimiento Ingavi que está en el cruce a Viacha. “Este equipamiento es estacionado para no llamar la atención y que el día del Golpe a las 13:00 reciben una llamada del comandante de División, de apellido Irahola, quien les dice que este es el momento de actuar”, puntualizó.

Corocoro, está a dos horas de distancia de la sede de Gobierno. Las tanquetas llegan tarde hasta el regimiento Viacha, y hasta ese momento ya se produjo el relevo del comandante del Ejército.

“¿Qué falló? Un cambio de mando que permitió romper esa cadena de mando que tenía Zúñiga en relación a su tropa. Él ya activó el grupo F-10, cinco oficiales que con nombre falso se transportaron hasta el aeropuerto militar de El Alto. Encontramos allí fusiles de grueso calibre, armas de precisión de francotirador. Lo que le falló a Zúñiga, fue el refuerzo que coordinó pero que no llegó”, afirmó. 

Zúñiga, por la noche, se refugia en el Gran Cuartel de Miraflores y pide refuerzos de los Colorados pero ya no le hacen caso porque fue posesionado un nuevo comandante de las Fuerzas Armadas.

BD/LE