El presidente Arce dice que tuvo miedo porque "los militares empiezan a apretar el gatillo"

EFE|29|06|24|

El presidente de Bolivia, Luis Arce, dijo en una entrevista con EFE que tuvo miedo por él, por su gabinete y por los ciudadanos que llegaron a la plaza Murillo para intentar defender la sede del Ejecutivo durante el "intento de golpe de Estado" del miércoles, porque "sabemos que los militares empiezan a apretar el gatillo".

Y afirmó que por eso "hubo 18 personas heridas", durante la acción militar encabezada por el destituido y encarcelado ahora excomandante general del Ejército Juan José Zúñiga.

"Él quería ser presidente, quería tomar el Gobierno", señaló el mandatario sobre las intenciones de Zúñiga.

El presidente Arce recibió a EFE en la Casa Grande del Pueblo, sentado frente a varios cuadros hechos con hojas de coca de expresidentes y héroes de Bolivia, en un amplio salón con vista al icónico Illimani.

Arce, ante la pregunta de si tuvo miedo cuando vio entrar las tanquetas comandadas por Zúñiga a la plaza Murillo contestó: "Por supuesto, todos somos humanos y nos sorprendió lo que pasó".

"Por supuesto, ellos estaban armados, no era un juego para ellos", agregó.

También dijo que la visión de los militares y los vehículos blindados le recordó los últimos pasajes de la crisis de 2019.

"Tomamos las determinaciones, y la respuesta del pueblo boliviano fue de inmediato", indicó.

Arce, un economista de 60 años, tomó el Gobierno de Bolivia en 2020 sustituyendo a la expresidenta interina Jeanine Áñez, quien ahora se encuentra encarcelada acusada por la crisis de 2019.

Arce insistió que las de declaraciones de Zúñiga "daban una idea muy clara, que lo que quería era entrar a la Casa Grande del Pueblo y ser presidente".

"En los primeros minutos del intento de golpe nos dimos a la tarea de informar a la población y al mundo entero", recalcó el presidente boliviano.

Zúñiga, quien fue nombrado comandante general del Ejército por el mismo Arce, fue destituido de su cargo el miércoles, por haber amenazado, en una entrevista televisiva que dio sin autorización, de detener a Evo Morales si este se lanzaba como candidato a la presidencia.

El miércoles por la tarde, Zúñiga y un grupo armado de soldados derribaron con una tanqueta la puerta del Palacio Quemado. Dijo que quería "cambiar el gabinete de Gobierno" y "restablecer" la democracia.

Horas más tarde, Zúñiga y sus fuerzas se replegaron y él y algunos comandantes fueron capturados en el Estado Mayor.

El presidente de Bolivia aseguró a EFE que se mantiene con ánimo y que su trabajo es "garantizar la seguridad de los bolivianos".

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