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Sociedad | 29/03/2020

Ni velorios ni funerales, según protocolo: el final de los fallecidos por coronavirus

Ni velorios ni funerales, según protocolo: el final de los fallecidos por coronavirus

El traslado de fallecidos por Covid-19 demanda llevar equipos de bioseguridad. Foto: RRSS

Brújula Digital|29|03|20|

En Bolivia –como en otros países– la despedida de un ser querido que partió al más allá es muy importante para las familias. Es un ritual que va desde vestir al difunto con su ropa preferida hasta recibir la visita de parientes vecinos, amigos y conocidos.

En cumplimiento de protocolos internacionales, los restos de los fallecidos por Covid-19 no podrán ser velados ni serán despedidos en funerales por el alto riesgo de contagio de coronavirus. Además, los difuntos no podrán ser maquillados ni vestidos por sus familiares.

En Santa Cruz, una mujer de 78 años falleció el domingo, a las 6.30, afectada por coronavirus, confirmaron las autoridades nacionales y departamentales. Se trata de la primera persona en fallecer por esta causa en el país.

La tarde del sábado, como un presentimiento de esta noticia fatal, el director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Santa Cruz, Marcelo Ríos, sostuvo que “en caso de tener decesos —que se registrarán en algún momento por la estadística y por la pandemia— ya se cuenta con un protocolo sobre el manejo y la gestión de cadáveres de Covid-19 para mantener los niveles de bioseguridad”.

Ríos aseguró que el protocolo se basa en los niveles internacionales de seguridad para atender los casos de enfermedades transmisibles. Anunció que semanas atrás la Organización Mundial de Salud (OMS), el Gobierno y autoridades departamentales prepararon los documentos técnicos para la gestión y el procedimiento de cadáveres de casos de Covid-19.

“En este caso, el Covid-19 se encuentra en la segunda categoría. Esto significa que cuando se hace la gestión del paciente, se realiza en el lugar del fallecimiento. El servicio de morgue del hospital hará el procedimiento respectivo y no será embalsamado ni se realizará la higiene mortuoria”, dijo.

De acuerdo con el director del Sedes, los restos de víctimas mortales de Covid-19 serán introducidos en una doble bolsa de bioseguridad, además se continuará con el respectivo proceso de desinfección.

Ríos explicó que los familiares deben saber que no tendrán acceso al cadáver, además  no podrán vestir o maquillar al difunto. “No podrán asistirlo como corresponde”, aclaró.

La autoridad sanitaria aseguró que los seres queridos más cercanos podrán estar presentes, pero deberán utilizar todo el equipo de bioseguridad. “Respecto al entierro o la cremación, la normativa indica que es opcional –no hay ninguna determinación específica–. Es opcional para las familias”, indicó.

Recomendó que si se ofrece una misa en memoria del fallecido, la ceremonia se debe realizar con el féretro cerrado. Indicó que no se organizará un velorio por la alta concentración de las personas, además la OMS desaconseja los funerales.

Pidió además comunicar al personal de la funeraria la condición del cadáver en relación al Covid-19 para que apliquen las medidas de protección recomendadas. El Sedes indicó que no realizarán autopsias a las víctimas mortales de coronavirus para minimizar toda posibilidad de contagios.

De acuerdo con el documento Prevención y control de las infecciones respiratorias agudas con tendencia epidémica y pandémica durante la atención sanitaria – Directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una vez que el cadáver esté adecuadamente empacado en la bolsa específica, se puede sacar sin riesgo para conservarlo en el depósito mortuorio, enviarlo al crematorio o colocarlo en un ataúd para su entierro.

El protocolo también recomienda “mantener una actitud sensible a los aspectos culturales”. “Cuando la familia del paciente desee ver el cuerpo después de sacarlo de la sala o el espacio de aislamiento, se puede permitir que lo hagan, mientras se cumplan las precauciones estándares”, se lee en el documento.

¿Qué ocurre en otros países?

 En España, los familiares no pueden tener un adiós a ataúd abierto: la bolsa con el cuerpo del difunto es introducida en un féretro normal, pero no reabierta. Además, el cuerpo puede ser enterrado o incinerado, ya que las autoridades aclararon que las cenizas pueden manipularse sin riesgo, según el portal Infobae. 

En Ecuador, solo se permite el acceso de dos familiares dentro del primer grado de consanguinidad y/o primer grado de afinidad para despedir el cadáver sin que haya contacto físico y sólo se pueden quedar cinco minutos, según el diario El Universo.  El cadáver es envuelto en una tela antifluidos y es colocado en una bolsa sanitaria estandarizada biodegradable. Una  vez que  la bolsa se encuentre cerrada, se colocará con una cinta de seguridad para evitar posibles aperturas.

El cadáver luego es trasladado al crematorio y los familiares o cuidadores deben realizar la desinfección y limpieza del lugar donde estuvo el cuerpo. La Red Iberoamericana de Instituciones de Medicina Legal y Ciencias Forenses informó que aunque la persona ya haya fallecido, el virus todavía se encuentra en sus heces, orina y en los fluidos, por lo tanto, todavía puede contagiar el Covid-19, incluso recomienda no enterrar el cadáver en un "cementerio común".

Los ritos funerales en Bolivia

En el territorio boliviano se practican algunos ritos vinculados con la muerte, como velar a los difuntos, guardar el luto y organizar misas cada cierto tiempo, incluso algunas costumbres datan de tiempos precolombinos y coloniales. "Vestían al muerto con los mejores vestidos, le ofrecían mucha comida y agua, daban de comer a los que se hallaban en el entierro y hacían al difunto gran llanto y las mujeres se cubrían de luto con mantas negras la cabeza", escribió en 1538 el cronista Pedro Mercado de Peñalosa, según un texto recogido por el famoso arqueólogo Carlos Ponce Sanginés y publicado en un artículo en 2005 en el diario La Razón.

En varios lugares de la ciudad de  La Paz, muchas familias dolientes organizan velorios que duran hasta dos días, invitan comida (mejor si es el platillo preferido del difunto) antes del entierro y se trasladan al cementerio en un procesiones que incluyen bandas de música. En la actualidad todas esas costumbres fueron suspendidas por la cuarentena nacional que fue implementada para evitar la propagación del coronavirus.

Las previsiones por el coronavirus

¿Cuál es el equipo de protección para el personal que manipula los cadáveres de Covid-19? De acuerdo con el documento la OMS, el personal designado para esta tarea debe usar una bata desechable de manga larga con puños. Cuando el exterior del cuerpo está visiblemente contaminado con líquidos corporales, excreciones o secreciones, el funcionario debe cerciorarse que la bata sea impermeable. Cuando no haya batas impermeables, use un delantal impermeable además de la bata.

El personal también debe usar guantes no estériles (capa única) que cubran los puños de la bata. Cuando se prevén salpicaduras de líquidos y secreciones corporales, debe utilizar protección facial: de preferencia una pantalla facial o, en su lugar, gafas de seguridad y una mascarilla médica.

La unción de enfermos

El Sedes Santa Cruz informó que autoridades de salubridad solicitaron el sábado a los representantes del Arzobispado cruceño que la extremaunción se realiza en la puerta y en una distancia alejada de los pacientes con coronavirus. “Ellos están de acuerdo”, sostuvo.

El sacramento de la extremaunción fue instituido por Jesucristo para brindar a los enfermos en peligro de muerte los auxilios espirituales que necesitan, se lee en el portal fsspx.news/es. “Algunas veces, si la hora de Dios no ha llegado, puede proporcionar el alivio de las enfermedades corporales”, añade.



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