Alina y Mariana, los rostros femeninos de la ciencia y tecnología

Brújula Digital |31|03|21|

Claudia Escobar

Es mediodía, y al otro lado de la pantalla del celular se encuentra Alina, a punto de entrar a una de sus clases en el Vaughn College of Aeronautics and Technology, en Nueva York. Alina Santander Vinokurova tiene 21 años, y en 2016, fue la primera boliviana seleccionada para participar en el desafío NASA Human Exploration Rover Challenge. Actualmente, cursa la carrera de Ingeniería Mecatrónica en el país del norte.

Esta joven promesa ha obtenido varios triunfos, logrando liderar distintos proyectos que potencian el desarrollo del conocimiento en ciencia y tecnología, y abriendo paso para que más mujeres sean parte de actividades, que hace algunos años, sólo se consideraban propias del sexo masculino.

Delicada y con temple de acero

La voz dulce contrasta con su firme temperamento. Cuenta que, desde pequeña se interesó por aquellas historias que su madre le contaba y artículos que le leía sobre los astros, el ser humano y el espacio. Fue gracias a la motivación de su progenitora, que, comenzó a acercarse a aquellos ámbitos que hasta el día de hoy la mantienen cerca de lo que tanto anhela. “Desde 2013 participé de las Olimpiadas Científicas Estudiantiles Plurinacionales Bolivianas, debido al interés que tenía en las áreas de la física y la astronomía, y fue hasta 2017, que representé al país en la Olimpiada Latinoamericana de Astronomía y Astronáutica en Chile, donde gané una medalla de bronce”.  

Pero, fue en 2015, que Alina comenzó su travesía por el mundo aeroespacial gracias a campamentos de verano, que, posteriormente, le permitieron participar en la competencia NASA Rover Challenge. En 2016, la joven logró hacer realidad su primer proyecto de gran impacto. “Mi primer proyecto fue el Rover Team Bolivia (diseño y construcción de un automóvil de exploración lunar), que todavía sigue firme y ha despertado el interés de estudiantes respecto a temas de tecnología y ciencia”, señala con ese orgullo que sólo se puede sentir al escucharla.

Siguiendo un patrón de tiempo

Ante la pregunta de cuán complejo es distribuir su tiempo entre el estudio, las actividades extracurriculares y la vida social, indica sin titubeos que todo es posible, siempre y cuando, exista organización y disciplina. Alina ha ocupado puestos de liderazgo desde colegio, y, ahora, como presidenta de dos clubes de su universidad, uno de ellos busca la inclusión de la mujer en los campos de la ingeniería y la ciencia, y el otro, es la continuación de su participación en el NASA Rover Challenge. Además, es parte de la plataforma Youth Task Force de la ONU, como representante femenina para las áreas de la ciencia y la tecnología.

Cambio de planes

Durante la infancia y la adolescencia deseó ser astronauta, pero, a medida que transcurrieron los años y vivió distintas experiencias, se dio cuenta de la importancia del cuidado del planeta a través de la tecnología, así que, en 2019 se mudó a Estados Unidos para estudiar la carrera de Ingeniería Mecatrónica, que le permite combinar mecánica, electrónica, programación y automatización. “La Tierra es como nuestra nave espacial, sin embargo, no nos damos cuenta de cuán afortunados somos de vivir en este planeta”, señala e insiste en la importancia de combinar aeroespacio y ecología.

Actualmente, esta joven líder trabaja en un proyecto desde las redes sociales para quienes gustan de la astronomía, que recibe el nombre de Bolivia al espacio, y que desde 2016 desarrolla junto a un equipo de jóvenes apasionados por la ciencia y la tecnología.

Foto: International Space Education Institute.

Ingenieras mecatrónicas al poder

Al igual que Alina, pero mucho más cerca, se encuentra Mariana Molina Montes, que, con 21 años, también cursa la carrera de Ingeniería Mecatrónica en la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”. Desde pequeña siempre pensó que los retos eran necesarios para crecer, y, a raíz de ello, decidió estudiar algo que fuera todo un desafío.

Durante los años transcurridos entre prácticas y aulas, descubrió la magia del conocimiento en habilidades propias que desconocía, y, fue justamente este hallazgo, lo que le brindó la oportunidad de ser parte de un nuevo reto junto a otros compañeros de clase. Ella ahora es parte del equipo Vemec (Vehículos Mecatrónicos) de la UCB, que este año participará en la competencia internacional NASA Human Exploration Rover Challenge en Huntsville, Alabama.

“Me siento muy feliz de ser parte de esta competencia, porque estoy poniendo a prueba todos mis conocimientos, y, al mismo tiempo, adquiero mayores destrezas”, cuenta a través de un mensaje por celular. Mariana está logrando superarse a sí misma día tras día, mientras desarrolla sus habilidades en mecánica, simulación, diseño asistido por computadora, planificación, manufactura, entre otros campos, que exigen de su capacidad analítica y lógica.

Importancia de la disciplina

Ser parte de una competencia internacional de alto nivel y bajo los requisitos solicitados por la NASA, no es fácil, por ello, Mariana sigue una exigente disciplina que le permite no descuidar los estudios, seguir aprendiendo idiomas y compartir con los amigos. “Siempre he creído que la organización y los buenos hábitos son importantes para lograr objetivos, por eso es que desde colegio he seguido cierta disciplina que me ha ayudado a nos descuidar ninguna área de mi vida, por supuesto, es algo que se construye en lo cotidiano y no de la noche a la mañana”. Su templanza permite ver cuán importante es la constancia si se pretende triunfar.

Mientras escribe, constato su entusiasmo, pues pareciera que no parara de escribir contándome todo lo que para ella significa participar en semejante desafío, y así es que dice, cómo ella y su equipo se prepararon durante 2020 y siguen haciéndolo en 2021. “Para ser aceptados en la competencia tuvimos que tener una propuesta sólida acorde a las exigencias de la NASA, una vez aceptados como equipo internacional, comenzó la fase diseño, y a medida que cumplíamos con los parámetros de tiempo, también debíamos presentar los respaldos teóricos del vehículo (Rover) que construimos; finalmente, en la fase de prueba, se constató que el vehículo era funcional para conducirse en terreno extra planetario”.  

El valor de la mujer en la astronáutica

Desde su rol de líder del equipo, transmite a sus compañeros el deseo de sobresalir, y es justamente con esfuerzo e investigación, que Vemec ha logrado cumplir esta premisa. Para la joven universitaria, quien también es parte de la sociedad científica estudiantil de su carrera, el trabajo de las mujeres en la ciencia, la tecnología y la ingeniería, es valioso y destaca el papel que tuvieron personajes como: Katherine Johnson, Dorothy Vaughan y Mary Jackson.

Mariana desea que cada vez sean más las mujeres que desde su niñez, se sientan motivadas por descubrir sus capacidades en carreras Steam. En un futuro, espera tener su propia empresa y dedicarse al desarrollo de firmware, software o arquitectura de hardware.

Con el paso del tiempo se han suscitado diversas transformaciones en escenarios económicos, sociales y culturales, y, que, demandan la apertura a un mayor conocimiento dentro de una sociedad más equilibrada. Así nace la educación STEM (por sus siglas en inglés) y que hace referencia a ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, pero, que, en los últimos años ha sido cambiada por Steam, incluyendo la “A” de arte. Mediante el fomento a las capacidades Steam, se pretende que los estudiantes aprendan sobre pensamiento crítico, resolución de problemas, creatividad, innovación, investigación, colaboración y liderazgo.  

Las capacidades Steam, primordialmente, se encuentran enlazadas al campo de las ciencias exactas y la ingeniería, y con el paso del tiempo, se ha visto un mayor impacto de éstas en el aprendizaje, pero, sobresale el liderazgo que el sexo femenino ha adquirido a partir de un mejor manejo de destrezas en ámbitos de la ciencia y la tecnología.

Poco a poco se evidencia una mayor participación de mujeres, que, inspiradas por las transformaciones que el mundo vive en todos sus ámbitos, han decidido empoderarse desde aquel lugar que ocupan y en el que con amor y disciplina están cosechando grandes logros para la humanidad. 

Fotos de portada: Cortesía International Space Education Institute