Se declararó desastre natural al municipio debido a la pérdida de plataformas, puentes tapados y la falta de combustible que impide atender a las comunidades afectadas.
Brújula Digital|20|11|25|
El municipio de La Asunta atraviesa una situación crítica tras quedar incomunicado debido a derrumbes y el ingreso de una mazamorra que afectó al menos a 16 comunidades. Como consecuencia, los caminos continúan cortados, no hay combustible y los mercados se encuentran desabastecidos.
Reynaldo Peñaranda, secretario de Desarrollo de la alcaldía de La Asunta, informó que la emergencia supera la capacidad operativa del municipio. “Pedimos ayuda inmediata. Necesitamos maquinaria pesada porque la que tenemos ya no abastece. Rogamos a las autoridades nacionales priorizar la dotación de combustible, las máquinas están en distintos puntos pero sin diésel no pueden atender los derrumbes. Tampoco llegaron cisternas y la canasta familiar está desabastecida; no hay carne y los transportistas están varados en el camino”, señaló.
El Concejo Municipal sesionó este jueves para declarar desastre natural al municipio debido a la pérdida de plataformas, puentes tapados y la falta de combustible que impide atender a las comunidades afectadas. Paralelamente, asambleístas departamentales acusaron al gobernador de La Paz de desatender la emergencia. Samantha Coronado afirmó que mientras decenas de familias perdían sus bienes, las autoridades departamentales estaban concentradas en actividades políticas. “La Asunta está abandonada. No hubo planificación en carreteras, pese a que todos los años las lluvias golpean al norte paceño”, cuestionó. Israel Alanoca, también asambleísta departamental, lamentó que las acciones sólo se ejecuten cuando el daño ya está hecho. “Cuando llueve recién quieren actuar; no hay medidas de prevención ni plan de contingencia”, afirmó.
La riada que ingresó el lunes generó un deslizamiento de mazamorra que destruyó viviendas, unidades educativas y caminos. Las autoridades municipales confirmaron al menos 50 personas damnificadas, aunque la cifra podría aumentar conforme avancen las verificaciones. La alcaldía insiste en que, sin maquinaria pesada ni combustible, es imposible iniciar los trabajos de rehabilitación en las zonas más afectadas.
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