Al menos 80 nichos del Cementerio General de La Paz fueron abiertos en las últimas semanas tras detectarse una grave confusión en la identificación de restos humanos ocurrida durante la emergencia sanitaria del 2020. Dos cuerpos permanecen extraviados, lo que generó indignación en las familias afectadas.
Brújula Digital |12|09|25|
Al menos 80 nichos del Cementerio General de La Paz fueron abiertos en las últimas semanas tras detectarse una grave confusión en la identificación de restos humanos ocurrida durante la emergencia sanitaria del 2020. Dos cuerpos permanecen extraviados, lo que generó indignación en las familias afectadas.
La directora del camposanto, Patricia Endara, confirmó la situación y explicó que se trata de un hecho excepcional. “Por el momento, tenemos dos fallecidos que los tenemos perdidos. Las familias, en estos momentos, están desesperadas porque desean encontrar los restos de sus seres queridos. Hasta el momento abrimos 80 sepulturas, este viernes se abrieron otras siete y no habría razón de abrir más”, declaró
La funcionaria dijo que la funeraria debe decir si los cuerpos de los fallecidos los trasladaban el mismo día. “Esa es una duda que debe aclarar la funeraria, porque de no ser así, se tendrían que abrir más nichos”, indicó.
Endara responsabilizó directamente a las funerarias, al señalar que ellas eran las encargadas del traslado y resguardo de los cadáveres en plena pandemia. “Quienes transportaban los féretros eran las funerarias y ellos estaban en custodia de los restos hasta el momento en que ingresan el cuerpo a un nicho. Nosotros deducimos que en el momento del transporte se pudieron confundir de cuerpos y por ello dos no corresponden a sus nombres”.
El drama de las familias
La confusión salió a la luz cuando una mujer, al abrir el nicho de su hermano, encontró en su lugar los restos de un adulto mayor. Entre lágrimas, relató la angustia que vive.
“Era mi único hermano, quiero estar tranquila, darle una despedida. A mí me pasó, puede seguir pasando. Hasta ahora hay dos casos, ¿cuántos más podrán haber? Tenemos que pedir un requerimiento fiscal porque necesito encontrar a mi hermano”, declaró
Además, denunció que la funeraria no cuenta con un registro. “Pagué alrededor de siete mil bolivianos por el entierro. No sé cómo manejaron, no hay ningún cuaderno escrito. Se pagó todo el servicio”.
Otra familia, temerosa de enfrentar una situación similar, expresó su desconfianza tras haber contratado los servicios de la funeraria Escalera al Cielo. “Uno de mis hermanos contrató la funeraria Escalera al Cielo. Esta funeraria se hizo cargo del levantamiento del cadáver y lo puso en una bolsa. A nosotros, los familiares, nos pidieron que nos alejemos y que ellos harían el procedimiento”, afirmó.
Explicó que su padre fue enterrado ese mismo día del que se produjo la confusión. “Ojalá no tengamos que tropezar con algún problema y que nos digan que el cuerpo que está enterrado no pertenece a mi padre”.
Durante el 2020, Bolivia enfrentó el momento más crítico de la pandemia por COVID-19. El número de decesos se duplicaba e incluso triplicaba en algunos días, lo que llevó a aplicar estrictas medidas de bioseguridad: se prohibieron los velorios, las funerarias recogían los cuerpos en domicilios, los envolvían en tres capas de plástico y los trasladaban directamente al cementerio, donde eran enterrados sin la presencia de familiares.
Es en ese proceso apresurado y sin control, señalan las familias, que habrían ocurrido las confusiones de cadáveres.
Procesos judiciales
Los afectados exigen a las autoridades municipales y judiciales garantizar la identificación correcta de los cuerpos, además de esclarecer las responsabilidades de las funerarias.
“La directora del cementerio dijo que no es su error, que es de la funeraria, y nos dijo que entre lunes y martes van a abrir otros 22 nichos. Si no están ahí, tendremos que hacer un requerimiento fiscal”, reclamó otra familiar en medio del cementerio.
BD/LE