Actos en el país conmemoraron el cese de hostilidades con Paraguay y recuerdan las consecuencias profundas de un conflicto que transformó al país.
Brújula Digital|14|06|25
Este 14 de junio se cumplen 90 años del cese definitivo de las hostilidades de la Guerra del Chaco, conflicto que enfrentó a Bolivia y Paraguay entre 1932 y 1935 en la árida región del Chaco Boreal.
Aunque el protocolo de paz fue firmado el 12 de junio en Buenos Aires, el fuego cesó dos días después, tras dejar miles de muertos y transformar para siempre la historia boliviana.
Este sábado, Villa Montes realizó el desfile cívico-militar en homenaje al cese de hostilidades. En el acto participaron la ejecutiva de Desarrollo del Gobierno Autónomo Regional, Karen Sánchez; el embajador de Bolivia en Paraguay, Rufino Pasquito Tarumbara; y el gobernador del Departamento de Boquerón (Paraguay), Harold Bergen, quien resaltó el fortalecimiento de los vínculos bilaterales: “Estamos viviendo un momento que nos invita a recordar la amistad entre ambos países, por lo que seguimos entablando relaciones comerciales entre Villa Montes y Boquerón”.
Por su parte, el viernes en Santa Cruz, el coronel Walter Espinoza, director de la Academia de Historia Militar, también en un acto de conmemoración, resaltó que esta fecha no solo rinde honor a los soldados, sino que llama a la reflexión sobre las consecuencias de la guerra. “La Guerra del Chaco nos enseñó que el dialogo y la diplomacia son los únicos caminos sostenibles para resolver nuestras diferencias”, dijo Espinoza.
Más que una guerra, fue una herida que transformó Bolivia
La Guerra del Chaco no solo provocó la muerte de miles de bolivianos, heridos y prisioneros; también dejó una marca profunda en el ámbito social, cultural y político del país.
Fue el primer conflicto con una movilización masiva de campesinos, indígenas y obreros, quienes participaron sin preparación ni equipamiento suficientes. Esta experiencia sembró las bases de varios procesos históricos, como la Revolución Nacional de 1952.
La experiencia de esta guerra también se expresó desde el arte hasta la literatura: nacieron relatos como “Sangre de Mestizos” de Augusto Céspedes (1936), canciones como la cueca “Boquerón” de Prudencio García, y obras plásticas de artistas como Cecilio Guzmán de Rojas, Arturo Borda y Miguel Alandia Pantoja, que aportaron significativamente a la memoria colectiva con una visión dolorosa de la realidad de esta guerra.
De la Guerra del Chaco surgió también la figura del teniente Germán Busch, quien se destacó como héroe nacional y además, llegó a asumir la presidencia de Bolivia.
BD/MFP