Una de cada dos mujeres que optan por un método anticonceptivo en La Paz prefiere usar la “T de plata” en lugar de la “T de cobre” porque no genera efectos adversos como cambios de humor o elevación de peso según datos proporcionados por Cies, entidad enfocada a la Salud Sexual y Reproductiva.
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Una de cada dos mujeres que optan por un método anticonceptivo en La Paz prefiere usar la “T de plata” en lugar de la “T de cobre” porque no genera efectos adversos como cambios de humor o elevación de peso según datos proporcionados por Cies, entidad enfocada a la Salud Sexual y Reproductiva.
“El método que más estamos colocando en los últimos meses es la T de plata”, afirma Lorena Alfaro, orientadora de la clínica CIES. “Este dispositivo ofrece protección por cinco años, tiene una efectividad del 99,4% y es no hormonal, lo que resulta ideal para muchas pacientes que temen a los efectos secundarios de los métodos hormonales, como el aumento de peso o los cambios de humor que igual dependen de cada paciente”, explica.
La entidad informó que entre enero y abril de este año, un 45% de las mujeres que buscaron un método anticonceptivo optaron por la T de Plata y desplazó en preferencia a la T de Cobre que sólo registró un 19% de preferencia.
En cambio, el año pasado y en el mismo periodo, las mujeres optaban en mayor medida por la T de Cobre con 26% de preferencia y por detrás se encontraba la T de Plata. En menor porcentaje se hallan otros métodos anticonceptivos como los implantes con una y dos varillas, inyectables mensuales, condones, ligadura de trompas, o anticonceptivos de emergencia.
El método más demandado
La T de plata, al igual que otros dispositivos intrauterinos, actúa localmente, sin liberar hormonas, y puede ser retirada en cualquier momento que la paciente lo desee. “Es un método seguro, cómodo, y se adapta a quienes buscan planificar su maternidad a largo plazo sin alterar su sistema hormonal”, añade.
Por su parte, José Menéndez, ginecólogo del Hospital Municipal La Merced, también confirma la tendencia. “Actualmente, los métodos más solicitados son el implante subdérmico y el dispositivo intrauterino, especialmente en pacientes que ya han tenido hijos o desean evitar embarazos por varios años. Pero siempre insistimos en que cada caso es único. Recomendamos una evaluación médica previa para elegir el método adecuado, según edad, antecedentes ginecológicos y condiciones de salud”.
Educación, mitos y desinformación
A pesar del aumento en el uso de métodos como la T de plata persisten mitos que dificultan el acceso efectivo a la salud sexual.
Rehembran Humerez, educador en sexualidad del CIES, señala que uno de los principales obstáculos es la desinformación. “Muchos jóvenes siguen creyendo que los anticonceptivos causan infertilidad a largo plazo o que el preservativo disminuye el placer. También circulan mitos como que usar la pastilla de emergencia más de una vez al año es perjudicial, lo cual no es cierto”.
“Tenemos pacientes que dicen “ya me tomé las dos del año”, cuando en realidad la anticoncepción de emergencia no tiene un número límite de usos, aunque no debe considerarse una solución habitual. Si una persona ya tiene una vida sexual activa, debe optar por métodos continuos, no solo de emergencia”.
La falta de educación sexual clara y científica es una barrera frecuente. “En Bolivia ya existe una currícula escolar que incluye educación integral en sexualidad”, explica Humerez, “pero hay vacíos. Algunos maestros aún no se sienten preparados para abordar estos temas. Y muchas veces, ni siquiera se indica a los jóvenes dónde acceder a los métodos. Les dicen que vayan a una farmacia, pero no les explican que pueden acudir a un centro de salud cercano”.
¿Quiénes acceden a estos métodos?
Según el equipo de orientación del CIES, la mayoría de personas que buscan atención en salud sexual son mujeres. “Principalmente recibimos a personas entre 17 y 27 años”, dice Alfaro. “Y son, en su mayoría, mujeres. Los hombres aún no se involucran tanto como deberían. La responsabilidad sigue recayendo en ellas”.
“Los hombres siguen creyendo que cuidarse es tarea de la mujer. No quieren usar preservativo, no preguntan, no se informan. Necesitamos un cambio de paradigma. El autocuidado y la corresponsabilidad deben formar parte de la experiencia sexual”, dijo Humerez
Los métodos más usados por jóvenes, según CIES, son el implante subdérmico, el condón masculino y, recientemente, la T de plata. Pero también hay quienes continúan confiando en prácticas sin respaldo médico, como el “coitus interruptus” (eyaculación fuera de la vagina). “Ese método ya no es considerado seguro. Su efectividad es muy baja y su inclusión en las normas está desactualizada”, aclara Alfaro.
Acceso y precios
Aunque el CIES es un centro privado, busca facilitar el acceso a la planificación familiar con costos subvencionados. “Un implante de tres años que en una farmacia puede costar 360 bolivianos, aquí incluye consulta, inserción y dispositivo por un precio mucho más bajo”, señala Alfaro.
Además, la clínica ofrece orientación gratuita, atención psicológica a 2 bolivianos para adolescentes de 12 a 24 años que han vivido violencia, y pruebas de VIH desde 15 bolivianos. También brindan atención ginecológica y médica general con precios diferenciados para jóvenes.
La importancia de informarse
Los especialistas coinciden en que el acceso a información clara es fundamental para prevenir embarazos no planificados, infecciones de transmisión sexual (ITS) y decisiones mal informadas.
“El método más seguro sigue siendo la combinación”, explica Alfaro. “Usar un dispositivo o píldoras junto con condón no solo evita embarazos, sino que protege contra ITS y VIH. Y si hay alguna molestia con el método, no se debe aguantar. Hay que acudir a consulta. El anticonceptivo no debe doler ni incomodar”.
Ambos profesionales concluyen con una recomendación clave para los jóvenes: “Infórmense. Busquen orientación profesional, no en redes sociales ni entre amigos. La educación sexual no adelanta la vida sexual; al contrario, ayuda a tomar decisiones más responsables”, afirma Humerez.
Y como dice Alfaro, “Hoy la verdadera prueba de amor no es dejar de usar condón, sino hacerse juntos una prueba de VIH antes de iniciar una relación”.
BD/ML