Las Alasitas, una de las festividades más representativas del país, se viven este 2025 con un espíritu renovado en el marco del Bicentenario.
Brújula Digital|26|01|25
Las Alasitas, una de las festividades más representativas del país, se vive este 2025 con un espíritu renovado en el marco del Bicentenario.
La celebración, cuyo nombre en aimara significa "cómprame", comenzó este 24 de enero con rituales andinos que combinan la fe y la cultura para pedir abundancia, suerte y la concreción de sueños.
Las Alasitas este año
Este 2025, las Alasitas adquiere un significado especial al coincidir con el Año Nuevo Chino, que será celebrado el 29 de enero, pocos días después del inicio de la feria.
En la tradición china, este año está representado por la Serpiente, símbolo asociado a la sabiduría, la renovación y la prosperidad.
Estos valores se conectan profundamente con el espíritu de la Alasita, donde los asistentes buscan atraer buena fortuna y convertir en realidad sus anhelos mediante la compra de miniaturas.
Entre los diversos puestos de la feria, destacan las serpientes elaboradas en cerámica y metal, adornadas con detalles en dorado y rojo, colores que en la cultura china representan la buena suerte.
Estas piezas se suman a los clásicos elementos de las Alasitas, como casitas, autos y billetes en miniatura, generando un contraste que une la riqueza de las tradiciones andinas con la influencia de las creencias orientales.
Una fusión de tradición y modernidad
Las Alasitas se celebra desde el 1789 según una investigación de la Secretaría Municipal de Cultura y Turismo de la Alcaldía de La Paz.
Esta festividad, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, combina lo ancestral y lo contemporáneo, manteniendo vivo el espíritu de atraer fortuna y hacer realidad los sueños a través de las miniaturas.
El ‘Ekeko’ es la figura más emblemática de las alasitas, una que también demuestra el proceso de evolución de la feria. Originalmente, era una figura desnuda destacando su fertilidad, pero hoy se le viste y carga con objetos que representan los sueños y deseos de las personas, desde dinero y casas hasta dispositivos electrónicos.
La transformación de los deseos asociados al ‘Ekeko’ refleja cómo han evolucionado las prioridades humanas; mientras que antes se buscaba la fertilidad, hoy predominan los anhelos por bienes materiales y dinero.
Este año, otro elemento destacado en la feria son los cholets en miniatura, que simbolizan el sueño de poseer uno de estos icónicos edificios característicos de la ciudad de El Alto.
BD/MS