Brújula Digital |09|01|25|
Sumando Voces
Mery Vaca
Ya en octubre del año pasado, a Marcos Uzquiano le comunicaron, desde el Ministerio de Medio Ambiente, que tendría problemas si seguía hablando sobre los incendios, la minería y otros temas de defensa del medio ambiente, porque “al jefe” no le gustaba que él hiciera declaraciones sobre esos asuntos.
Y, le hicieron saber, según el relato del mismo Uzquiano, que el Ministro de Minería había pedido su destitución del cargo, lo que finamente se materializó el 31 de diciembre.
“El director de Planificación (Moisés Yunyun Torres) ya se comunicó conmigo personalmente para hacerme saber que la jefa de Gabinete del Ministro de Medio Ambiente había llamado incluso al Viceministerio de Medio Ambiente, a la Dirección de biodiversidad y al mismo Sernap para instruir mi destitución o que me inicien un proceso administrativo”, relata Uzquiano en una entrevista con Sumando Voces.
El mensajero le habría dicho: “No le gusta al jefe (al Ministro de Medio Ambiente) que tú hables, tú no eres la instancia para estar hablando, denunciando los incendios forestales o los temas de minería, o sea los incomodas, pensalo porque te va a traer problemas”.
Uzquiano recuerda, sin embargo, que las advertencias, amenazas y procesos no son recientes. Dice que comenzaron el 2018 y que ya suman seis casos.
El 2015, Uzquiano fue destituido luego de haber iniciado un proceso administrativo a una empresa minera en el Parque Madidi; el 2018, los mineros cooperativistas pidieron su destitución; en 2021, las cooperativas mineras de Apolo también exigieron su relevo y, a raíz de esa presión, fue cambiado del parque Madidi a la estación Biológica del Beni. El mismo 2021, recuerda Uzquiano, el Sernap le inició un proceso administrativo sancionador por “una supuesta falta cometida dos años atrás, algo que nunca existió”; el año 2023, tras denunciar el ingreso de maquinaria ilegal al parque Madidi, junto al guardaparque Raúl Santa Cruz, Uzquiano fue procesado en la vía ordinaria, aunque ambos fueron absueltos gracias a la presión social; y, finalmente, en el último día de 2024 fue destituido.
Pero, ¿cuáles son los motivos de su destitución? Uzquiano dice que su memorándum no especifica las causales, pero tres días después de su salida, le notificaron con un proceso sumario en el que «ponen como causal haber alertado, publicado en mis redes sociales sobre los incendios forestales”, argumentando que él no era la autoridad competente para hacer ese anuncio.
Este año, los incendios forestales causaron el mayor desastre ambiental de la historia de Bolivia, según un recuento de la Fundación Tierra, puesto que causaron la quema de más de 10 millones de hectáreas.
“También ponen como causal haber denunciado por mis redes sociales la muerte de un jaguar atropellado, presuntamente y posteriormente desmembrado en instalaciones de la empresa china Sinohydro en Cochabamba”.
Entre otras causales, citan su nombramiento como presidente de la Asociación Boliviana de Guardaparques, haber gestionado seguros contra accidentes personales para los guardaparques y haber participado de eventos internacionales, entre ellos, la Conferencia de Partes del Acuerdo de Escazú.
Ocho guardaparques destituidos
Uzquiano, sin embargo, considera que su cargo no es el fondo del asunto, sino que “el mensaje está dirigido a callar la voz, a silenciar, a que nadie, principalmente guardaparques, se atreva de aquí en adelante a levantar la voz y poner un silencio total dentro de las áreas protegidas”. Él considera que esta advertencia es muy peligrosa.
De hecho, Uzquiano informa que durante el 2024, ocho guardaparques y/o defensores del medio ambiente fueron destituidos u obligados por el Sernap a renunciar, y que cinco más están siendo víctimas de procesos porque supuestamente no presentaron declaraciones juradas, pese a que viven en el campo.
Los destituidos son: el jefe de protección de la de la Reserva de Vida Silvestre Amazónica Manuripi, Luque López; el guardaparque de la misma área protegida, Ignacio Huari; y, el guardaparque Guido Herrera del Parque Nacional a Aguarague. Mientras que los forzados a renunciar son: la jefa de protección de la Reserva Biológica cordillera de Sama de Tarija y el jefe de protección de la reserva Eduardo Abaroa.
A todos ellos se suman Uzquiano y otros tres directores que fueron destituidos el 31 de diciembre pasado, entre ellos Guido Herrera, del Parque Nacional KaaIya, el director del Parque Nacional Sajama y el director de la Reserva Biológica cordillera de Sama.
Uzquiano considera que el Sernap y su dirección jurídica deberían estar abocados a sancionar a mineros ilegales, traficantes, o los causantes de los incendios, pero “se ha constituido en un mecanismo de represión, de persecución”.
Recuerda que hace un mes “han proceso a cinco guardaparques por la supuesta no presentación de la declaración jurada, pero el guardaparque no está en la ciudad, está en el campo”.
“No están procesando mineros, no están procesando cazadores, infractores, sino están para cumplir las instrucciones del director”, dice Uzquiano, en referencia al departamento jurídico del Sernap.
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