Una investigación de la Fundación Agrecol Andes reveló que productos como el tomate, la lechuga, el apio, trigo, papa y maíz presentan residuos de plaguicidas. Ahora impulsa una campaña para comer alimentos saludables
Uso de plaguicidas en un cultivo. Foto: F.S.
Brújula Digital|14|11|24|
Un estudio auspiciado por la Fundación Agrecol Andes reveló que productos como el tomate, la lechuga, el apio, trigo, papa y maíz presentaron residuos de plaguicidas, algunos de ellos altamente peligros (PAP) e incluso cancerígenos.
Un reporte de la Fundación Agrecol Andes detalla que para el estudio se llevaron adelanto dos monitoreos realizados en Cochabamba, el primero en el verano de 2023 y el segundo en invierno de 2024, en cuyos trabajos se identificaron los residuos de plaguicidas.
En la misma información se indicó que las muestras fueron obtenidas en diferentes parcelas de producción, almacenes y sobre todo ferias y mercados.
En los dos ciclos, según el estudio, se han identificado 27 tipos diferentes de plaguicidas, de los cuales 12 (43%) son altamente peligrosos y uno es cancerígeno. Los cultivos más afectados fueron el tomate, apio y lechuga.
“Los plaguicidas encontrados en el estudio, son Plaguicidas Altamente Peligrosos (PAP) prohibidos en muchos países por sus comprobados efectos nocivos en la salud. Sin embargo, en Bolivia se comercializan y se usan libremente, en el contexto nacional se favorece el incremento del uso de agrotóxicos en los sistemas alimentarios (producción –transformación - comercialización y consumo) especialmente de la agricultura familiar. Los consumidores urbanos y rurales están en riesgo de intoxicación”, se advierte en el reporte.
Según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) (2023), en Bolivia, la importación de agroquímicos entre 2000 y 2022, se incrementó de 30 millones a 180 millones de kilogramos (seis veces más).
Además, según la Brava (2024), en Bolivia, es permitido el ingreso de 453 principios activos de agroquímicos, de los cuales 24 son probablemente cancerígenos.
También se da cuenta que, en lo que va de este año, ingresaron al Bolivia 208.163 litros de spirodiclofen, que, según la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas de la Unión Europea (UE), es cancerígeno (Vasquez, 2024).
Estos volúmenes probablemente serán incrementados en el corto plazo, pues el Gobierno nacional, el 29 de agosto de 2024, a través del Decreto Supremo Nº 5212, eximió el pago del Gravamen Arancelario a la importación de agroquímicos y la maquinaria agrícola, una norma estará vigente hasta el 30 de junio de 2025.
A través del estudio también se advierte que este escenario se ve agravado por el mal asesoramiento que brindan los comercializadores de agroquímicos. Para ello señala que una encuesta realizada por Agrecol Andes, en el año 2021, a 391 vendedores de plaguicidas en La Paz, Chuquisaca y Cochabamba, mostró que: el 75% de los comerciantes recomiendan plaguicidas erróneos; un 67% de las dosis recomendadas por los comerciantes son también erróneas y, por si fuera poco, cerca al 30% de los vendedores recomiendan cócteles (mezclas) de diferentes plaguicidas sin importar el grado de toxicidad.
A raíz de esa situación, instituciones de la sociedad civil boliviana, grupos de productores ecológicos y colectivos de consumidores responsables, llevan adelante la campaña de incidencia social y política, denominada “Quita el veneno de tu plato, consume alimentos saludables”, cuyo objetivo es informar, reflexionar y motivar la acción colectiva sobre los decisores de políticas, para eliminar los riesgos de producir y consumir alimentos con plaguicidas; sustituyéndolos por la producción, comercialización y el consumo de alimentos seguros y saludablemente producidos, en sistemas alimentarios agroecológicos sostenibles y en armonía con la naturaleza, se indicó.
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