El tema se abordó durante el Foro Sudamericano “Disputas por el territorio, los bosques y la sostenibilidad de la vida”, que se llevó a cabo el 15 de octubre.
Participantes en el Foro Sudamericano sobre Bonos de Carbono. Fotografía: Sumando Voces
Brújula Digital|23|10|24|
Sumando Voces, Yenny Escalante
Un grupo de expertos propone que, en lugar de implementar sistemas de bonos de carbono, los recursos se canalicen directamente a las comunidades afectadas por el cambio climático. Consideran que esta medida sería más eficaz para enfrentar la crisis climática y promover el desarrollo sostenible en áreas vulnerables, especialmente en regiones donde las comunidades locales han demostrado su capacidad para gestionar y conservar sus ecosistemas.
“Ya son más de 15 años con estas promesas, por eso me hago una pregunta, (los bonos de carbono) ¿son realmente una panacea y la solución para nuestros ecosistemas y comunidades? ¿realmente reducen los incendios y los desmontes?”, refirió el expositor Stanislaw Czaplicki, durante el Foro Sudamericano “Disputas por el territorio, los bosques y la sostenibilidad de la vida”, que se llevó a cabo el 15 de octubre.
Czaplicki añadió que existe un alto riesgo de que, a corto plazo, se desvíen inversiones necesarias hacia soluciones reales y políticas integrales.
Cuestionamientos a los bonos
Los especialistas participantes en el foro señalaron que, aunque los bonos de carbono son populares en las políticas globales, no siempre garantizan un beneficio directo para las poblaciones indígenas y rurales, que desempeñan un papel crucial en la protección de los recursos naturales.
El sistema de bonos de carbono permite a las empresas compensar sus emisiones financiando proyectos que reducen gases de efecto invernadero en otras partes del mundo o en su propia región. No obstante, ha sido criticado por no atacar las raíces del problema y por fomentar un mercado que, de alguna manera, incentiva la contaminación.
Enfoque directo
Ante esta situación, los expertos subrayan la necesidad de adoptar un enfoque más directo que priorice el bienestar y desarrollo de las comunidades que protegen bosques, áreas naturales y biodiversidad.
“Ordenemos la casa y pongamos el dinero donde corresponde para así evitar una tragedia el próximo año”, dijo el director de la Fundación Solón, Pablo Solón, quien destacó que se destinan alrededor de 2 mil millones de bolivianos a medio ambiente y agua, mientras que el sector minero recibe 10 mil millones de bolivianos, y el sector hidrocarburífero hasta 50 mil millones de bolivianos.
Entre las alternativas propuestas, se encuentra la transferencia directa de fondos para proyectos comunitarios de reforestación, manejo sostenible de recursos y producción agrícola regenerativa. Según los expertos, estas medidas podrían generar mayores beneficios a largo plazo tanto para el medio ambiente como para las personas.
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