El Gobierno culpa de la crisis climática a los países desarrollados y capitalistas por lo que aboga por justicia climática, mientras que los empresarios aseguran que los culpables de los incendios son los interculturales y las leyes del Gobierno
Celinda Sosa en la ONU y José Luis Farah en la FEXPO destacan sus respectivos modelos. Foto: Cancillería y FEXPOCRUZ
Brújula Digital|25|09|24|
Sumando Voces
Mientras los incendios forestales consumen millones de hectáreas en Bolivia, el gobierno boliviano plantea en la ONU la construcción de un modelo de desarrollo basado en el respeto a la madre tierra, y los líderes empresariales de Santa Cruz califican el denominado “modelo cruceño” como exitoso.
El Gobierno culpa de la crisis climática a los países desarrollados y capitalistas por lo que aboga por justicia climática, mientras que los empresarios aseguran que los culpables de los incendios son los interculturales y las leyes del Gobierno.
La canciller Celinda Sosa, en representación de Bolivia, tomó la palabra en la Asamblea General de la ONU para proponer tres principios que deberían ser adoptados en el Pacto del Futuro, que fue aprobado por el organismo ante el retraso de la agenda 2030.
Uno de esos principios es la justicia climática, que se basa en la exigencia a los países desarrollados para que asuman su responsabilidad frente al cambio climático dotando el financiamiento comprometido a los países “del sur global”. “De una vez por todas debemos construir un modelo de desarrollo basado en el respeto a la madre tierra y el derecho de nuestros pueblos”, dijo la Ministra este lunes en Nueva York.
El Gobierno ha recibido críticas de diversos sectores de la sociedad por no haber promovido la anulación del paquete de leyes que promueven los incendios, por preservar el modelo extractivista que depreda el medio ambiente y por no haber tomado previsiones tempranas para prevenir los incendios.
Entre tanto, el presidente de la Fexpocruz, durante el acto central de la muestra ferial, dijo que “hay que cruceñizar Bolivia”, en referencia al modelo económico basado en la agroindustria y que ha generado un crecimiento superior al del resto del país.
“Tenemos un proyecto económico y queremos compartirlo con todo el país (…) No solo somos la locomotora del progreso; sino también el espíritu que se manifiesta en libertad”, expresó el presidente de la feria.
Santa Cruz sufre desde hace tres meses el mayor embate provocado por los incendios forestales que, según el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), ocurren en su mayoría (46%) en las propiedades privadas grandes y medianas, que sostienen justamente al modelo cruceño.
Sin embargo, desde Santa Cruz, culpan de los incendios a los interculturales, un sector social que respalda al Gobierno, y al denominado paquete de leyes incendiarias que fue aprobado en la gestión de Evo Morales y que se mantiene intacto durante la gestión de Luis Arce.
Un reporte de El Deber alusivo a la efeméride departamental indica que el modelo cruceño, liderado por la agricultura, la ganadería, la producción industrial y la inversión privada, ha logrado consolidar exportaciones no tradicionales por más de 1.700 millones de dólares y la producción del 70% de los alimentos del país. Además, representa el 30% del PIB boliviano, destacando el rol crucial de esta región en la economía nacional.
Óscar Mario Justiniano, presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, resaltó que el modelo de desarrollo cruceño ha demostrado ser eficaz al generar una economía basada en la productividad y la sostenibilidad, con el cuidado de la tierra y el medioambiente como pilares.
Según Justiniano, las quemas e incendios que han consumido casi 4 millones de hectáreas no responden al modelo cruceño, sino a un problema nacional que requiere políticas más estrictas y una normativa más coherente. “Las leyes actuales fomentan la deforestación y la destrucción ambiental, lo cual va en contra de lo que nosotros promovemos: una producción sostenible”, dijo.
Y, mientras unos destacan el modelo cruceño, hay otros representantes cruceños que lloran de impotencia ante los incendios, como lo hizo el alcalde de San Rafael, Jorge Vargas, en plena efeméride.
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