El filme se estrenará el próximo 19 de septiembre y se proyectará también en Palos Blancos, en agradecimiento por su apoyo al proyecto.
Personas pasan frente a un cartel promocional de la película “Mano Propia” este jueves, en La Paz. Foto: EFE
EFE|13|09|24|
Gina Baldivieso
Las potentes imágenes descritas por el periodista boliviano Roberto Navia en su premiada crónica “Tribus de la inquisición” sobre la compleja problemática de los linchamientos en Bolivia fueron llevadas a la pantalla grande por el cineasta Gory Patiño en el filme “Mano propia”.
El "germen" del proyecto fue "la sensibilidad y el olfato periodístico de Roberto Navia" y su reportaje ganador del Premio Rey de España en 2014, cuya lectura dejó a Patiño "emocionado, consternado e impactado".
El filme se estrenará el próximo 19 de septiembre y se proyectará también en Palos Blancos, en agradecimiento por su apoyo al proyecto.
"Las imágenes me perseguían día y noche, era como una película, tal vez un poco apocalíptica, tal vez un poco cruel, triste, pero me imaginé tantas cosas y visualicé tantas escenas que lo contacté y le dije 'tu texto es muy poderoso y muy cinematográfico y quisiera que me des el honor de llevarlo a la pantalla grande'", explicó el cineasta a EFE.
Navia, que conocía el "espléndido y altamente profesional" trabajo de Patiño y su empatía para abordar estos temas, no dudó "ni un momento" en aceptar la propuesta, confesó por su parte el periodista a EFE.
Así empezó el proceso para desarrollar el filme, basado en la investigación periodística de Navia sobre un suceso ocurrido en 2013 en la zona central del Trópico de Cochabamba, donde una multitud roció con gasolina y prendió fuego a Roberto Ángel Antezana, acusado, junto a algunos familiares, del robo de un camión.
La película transcurre en Villa Nogales, "un pueblo en el trópico boliviano (...) donde hay corrupción, hay abandono estatal, hay autos 'chutos' (indocumentados) y donde hay familias que han migrado ahí porque es una tierra hermosa, porque quieren un futuro mejor", explicó.
Cinco chicos van a pescar y al retornar a casa son interceptados por encapuchados que los acusan de haber robado un camión y los llevan a la plaza del pueblo donde una turba los lincha.
El filme se narra desde los puntos de vista del fiscal del caso "que sí cree en la justicia ordinaria", del padre de los acusados y de una de las víctimas del linchamiento, indicó Patiño.
El rodaje se hizo en la localidad de Palos Blancos, en el norte de La Paz, durante un "verano agobiante" con un "calor abrazador" y lluvias intensas, aunque "eso le ha dado toda la atmósfera a la película", agregó.
Patiño se declaró "bendecido" por el "dream team" de actores que intervienen en la película, entre ellos, Alejandro Marañón, Freddy Chipana y Carlos Ureña.
También agradeció el apoyo de Samuel Doria Medina y Leonel Fransezze, los financiadores privados del proyecto a falta del fondo estatal que reclaman los cineastas bolivianos hace años.
Problema persistente
Los casos de linchamientos son relativamente habituales en el área rural y algunos barrios periurbanos de Bolivia.
Once años después del suceso narrado por Navia, las cosas parecen no haber cambiado, pues a la par del anuncio del estreno de la película se conoció sobre un linchamiento en la misma plaza donde ocurrió el de 2013.
"Lo que espero ahora con la película es que con la fuerza enorme que tiene el audiovisual se rompa para siempre ese cinismo y que las autoridades hagan su trabajo de una vez por todas, que la sociedad vaya al cine, vea la película, se sorprenda y después les exija también a las autoridades", comentó el periodista.
Patiño espera que el público conecte "con las emociones de los personajes" y se establezca un "puente emocional" entre el narrador de la historia y la persona que la recibe.
"Secundariamente, si es que esto provoca un debate, o si la gente dialoga sobre la justicia ordinaria, el abandono estatal, la justicia de la calle y se genera un diálogo, un debate y una reflexión también me quedo tranquilo, porque esa es la intención no sólo mía, sino desde la crónica de Roberto", indicó.
Añadió que "es una historia triste e intensa, pero dentro de la oscuridad también hay luz" y es necesario ver este tipo de relatos "para encontrar caminos de reencuentro y de encuentro entre todos".