La Gobernación beniana emitió el Decreto Departamental 13/2024, que declara a la región en situación de desastre. Se implementarán planes de emergencia y se buscará apoyo del Gobierno y otras instituciones.
Bomberos luchan contra incendios en Beni. Foto: Gobernación de Beni
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Los incendios forestales y la extrema sequía que afectan gravemente a varios municipios de Beni llevó a la Gobernación del departamento a emitir el Decreto Departamental 13/2024, que declara oficialmente a la región en "situación de desastre". Esta declaración busca coordinar acciones inmediatas ante los riesgos que estos fenómenos representan para la vida, la biodiversidad, la seguridad alimentaria y la economía local.
Un comunicado emitido por la Gobernación alerta sobre la gravedad de la situación. “Ambos fenómenos están poniendo en riesgo la vida e integridad de las personas, la biodiversidad, la seguridad alimentaria y la economía”.
Asimismo, el gobernador Alejandro Unzueta destacó la urgencia de la medida al señalar que los municipios afectados deben seguir el proceso de declaratoria de desastre y remitir la normativa correspondiente al Centro de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) para coordinar los planes de contingencia.
“La normativa municipal debe ir acompañada de evaluaciones técnicas que permitan elaborar los informes técnicos-jurídicos que correspondan", detalló el comunicado.
La declaratoria de desastre, que tendrá un plazo de nueve meses, permitirá la ejecución de planes de emergencia y programas de atención en respuesta a los desastres naturales que golpean la región.
Además, la Gobernación gestionará el apoyo necesario ante el Gobierno nacional y las Entidades Territoriales Autónomas, así como la colaboración de instituciones públicas y privadas, con el fin de obtener equipos logísticos y otros recursos que ayuden en la prevención, mitigación y control de los incendios forestales y pastizales.
El decreto subraya la importancia de actuar de manera conjunta para enfrentar los daños causados por la sequía y los incendios que siguen afectando al Beni, una región que enfrenta uno de los escenarios más críticos en su historia reciente.
BD/LE