Gremiales y lustracalzados de la plaza San Francisco están en alerta por el plan de restricción

Brújula Digital|27|06|24|

Gremialistas y lustracalzados que trabajan en la Plaza Mayor de San Francisco e inmediaciones están en alerta debido al plan de restricción que ejecutará la Alcaldía paceña desde el lunes y que contempla el cierre de esa área.

La Alcaldía de La Paz cerrará la plaza mayor a manifestaciones desde el 1 de julio hasta noviembre debido a los daños en la bóveda del río Choqueyapu, sobre todo en el tramo 2, comprendido entre el mercado Lanza hasta la calle Yanacocha.

Para evitar sobrecargar el lugar, restringirá la circulación de vehículos de alto tonelaje y trasladará las paradas del transporte público.  Se usarán calaminas para el cierre y se dejará un pasillo para quienes asisten al templo de San Francisco.

Temor entre los comerciantes

Marta, una vendedora de fruta picada en la plaza, expresó su angustia ante la posibilidad de perder su puesto fijo. Comentó que las restricciones la obligarán a convertirse en vendedora ambulante.

"Si me muevo de aquí perderé a mis clientes y no podré sostener a mi familia", lamenta la mujer, quien comenta que lo que gana le permite mantener a sus hijos y pagar una deuda bancaria. Ella enviudó durante la pandemia.

Rosa, quien vende lechón en el mismo lugar, comparte la preocupación. "Aquí siempre hay gente caminando y comprando. Si se cierra, ¿a dónde vamos a ir?", se pregunta.

El temor de ambas mujeres refleja una situación compartida por muchos comerciantes en San Francisco y las calles aledañas.

El secretario general de la Asociación de Gremialistas de la plaza San Francisco, Carlos Ríos,

informó que el sector podría iniciar medidas de presión, pero está en un cuarto intermedio en espera a que la Alcaldía dé una solución hasta el viernes.

Agregó que los gremialistas piden que incluso se suspenda la verbena del 16 de julio y la Entrada Universitaria de este año.

Luis López, miembro de la asociación de lustrabotas, comentó que la Alcaldía aún no se ha reunido con su sector y advirtió que ni él ni sus compañeros se moverán de su lugar de trabajo hasta que se inicie el diálogo.

Transeúntes también están inquietos. Su principal preocupación es el que los trabajos causen daños al histórico templo de San Francisco y que se aumente el tráfico vehicular.

"Este lugar es un punto clave para la ciudad, no solo durante la verbena y eventos como el Gran Poder, sino en el día a día", comentó un peatón.

BD/MV/JA